En entrevistas recientes realizadas por el periodista económico Peter Cox, eminentes economistas latinoamericanos, Arminio Fraga, Guillermo Ortiz y Andrés Velasco, abordaron los persistentes desafíos económicos que enfrenta América Latina. Discutieron los cuatro “síndromes de bajo crecimiento” que afectan a distintos países de la región, cada uno caracterizado por problemas como inestabilidad macroeconómica, fallos del mercado y de gobierno, asignación inadecuada de la productividad y déficits presupuestarios crónicos.
Expertos analizan el estancamiento económico de América Latina: perspectivas y desafíos desde Brasil, México y Chile
Esta semana, el periodista económico Peter Cox realizó una interesante entrevista con tres eminentes economistas latinoamericanos que han tenido roles clave en Brasil, México y Chile. La conversación giró en torno a la notable lentitud del crecimiento económico en América Latina y resaltó sus preocupaciones y percepciones sobre la falta de progreso significativo en la región.
Arminio Fraga, ex presidente del Banco Central de Brasil, reveló su inquietud comparando la situación de Brasil con la de Corea, señalando que ambos países tenían hace 80 años una renta per cápita y niveles educativos similares, y destacó cómo Corea ha logrado florecer mientras Brasil se ha quedado atrás. Por su parte, Guillermo Ortiz, ex gobernador del Banco de México, expresó su preocupación respecto a las complicaciones económicas de México, a pesar de su apertura económica y avanzada base manufacturera, calificando el rendimiento económico mexicano como mediocre. Andrés Velasco, ex ministro de Hacienda de Chile, resaltó la percepción de los votantes de que los políticos son incumplidores de promesas, atribuyendo este sentir a la falta de respaldo electoral más que a actitudes fraudulentas.
Desafíos y soluciones: un análisis de los síndromes de bajo crecimiento en América Latina
Fraga, Ortiz y Velasco contribuyeron al informe del Grupo de los Treinta, que identificó cuatro “síndromes de bajo crecimiento” en América Latina. El primer síndrome, la inestabilidad macroeconómica endémica, afecta principalmente a Argentina, Ecuador y Venezuela. Este síndrome se caracteriza por constantes fluctuaciones económicas, crisis financieras e inflación elevada, creando un clima de incertidumbre e inestabilidad. El segundo síndrome se observa en países que, a pesar de ser relativamente estables como Chile, Colombia, Perú y Uruguay, enfrentan fallos del mercado y de gobierno y carecen de proyectos de inversión privada de alta rentabilidad. Esta situación limita su potencial de crecimiento y desarrollo, a pesar de su estabilidad relativa.
México sufre del tercer síndrome, que se caracteriza por la asignación inadecuada de la productividad, las disparidades regionales, la narcoviolencia y el deterioro institucional. Estos factores han impactado de forma significativa en la economía mexicana, limitando su crecimiento y acentuando las diferencias socioeconómicas dentro del país. Por otro lado, Brasil enfrenta el cuarto síndrome, marcado por déficits presupuestarios endémicos, altas tasas de interés reales y bajo ahorro nacional. Además, Brasil enfrenta desafíos políticos significativos, incluyendo la desigualdad, el populismo y la polarización, factores que, en conjunto, han dificultado el avance económico del país.
En cuanto a soluciones, el informe del G30 propone que los políticos formen coaliciones y busquen apoyos para reformas políticas clave. Velasco sugiere que países como Argentina deben priorizar la restauración de la estabilidad macroeconómica y que México necesita reforzar el estado de derecho e invertir en seguridad, especialmente en las regiones del sur. Brasil, por su parte, enfrenta el reto de reducir los déficits presupuestarios crónicos y solucionar desafíos políticos como la desigualdad, el populismo y la polarización para avanzar económicamente.
A pesar de los desafíos actuales, los economistas enfatizan que aún existen fortalezas en la sociedad latinoamericana. Aunque la confianza en las instituciones ha disminuido, estas continúan funcionando. El informe del G30 sugiere que el fortalecimiento de la democracia y las instituciones, junto con reformas políticas y económicas sustanciales, son esenciales para superar los desafíos actuales y promover el crecimiento económico y el desarrollo en la región. La participación de más empresas en comercio e inversión, el enfoque en la educación y el rechazo al populismo son pasos esenciales para lograr una visión más esperanzadora para América Latina.
Entrevista:
Mi articulo de ayer en espanol. Gracias a @patynietog por la traduccion:
— Peter Coy (@petercoy) September 27, 2023
Los cuatro males de la economía de América Latina https://t.co/VDeJoZuDaj
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