Como esperábamos, el BCE subió en 25 p. b. sus tipos de interés de referencia en su reunión de junio, lo que llevó al tipo depo hasta el 3,5%, ante una inflación que permanecerá demasiado elevada durante más tiempo del deseable.
El tono de la presidenta Lagarde se ha seguido endureciendo respecto a reuniones anteriores. Como viene siendo habitual en el último mes, ha enfatizado que el BCE aún tiene camino por recorrer en su ciclo de subidas y que por ello no contempla, por ahora, ninguna pausa.
Además, Lagarde ha sido explícita explicando que, salvo que sus previsiones se prueben muy erradas, con muy alta probabilidad el BCE subirá los tipos de interés otros 25 p. b. en la reunión de julio. Esto supone una cierta recuperación de la estrategia comunicativa anterior a marzo, cuando el BCE telegrafiaba con claridad sus acciones futuras, aunque sin dejar de subrayar la dependencia que tendrá el Consejo de Gobierno de la institución de los datos que se vayan publicando.
Yo fui crítico con la política económica en 2008 pero compararla con 2020 es poco serio. En 2020 el BCE compró más de la mitad de las emisiones de deuda pública y entre 2008 y 2012 no compró nada. En 2008 solo la construcción destruyó 1,5 mill de empleos https://t.co/1yyt1CbcVz
— José Carlos Díez (@josecdiez) June 25, 2023
De todo ello parece derivarse que, también en la eurozona, lo más probable es que los tipos de interés se mantendrán más altos durante más tiempo. Además, también la probabilidad de alguna subida adicional de tipos, después del verano, parece ahora mayor que antes de la reunión.
El BCE reconoce que la transmisión de su política monetaria está impactando en las condiciones crediticias en la eurozona, tanto a través de la oferta como de la demanda, lo que ayudará a controlar la inflación
Aunque igualmente considera que esto supone un desafío para la estabilidad financiera, su preocupación por este riesgo es ahora menor a la que mostraba en anteriores reuniones. Toda vez que los problemas del mercado en marzo, con la caída de Silicon Valley Bank y Credit Suisse, parecen encauzados, y con un ciclo económico soportado por la buena marcha del mercado laboral y el sector servicios, pareciera que el BCE aprecia una nueva ventana de oportunidad para doblegar definitivamente la inflación y evitar que esta se pueda cronificar en cualquier rincón del mercado.
En este sentido, Lagarde ha destacado que la revisión de medio punto al alza en las previsiones de inflación núcleo del BCE se debe al aumento de los costes laborales unitarios, a su vez derivado del bajo crecimiento de la productividad. La presidenta ha subrayado la determinación del BCE en evitar cualquier espiral precios-salarios en los próximos meses.
Por otro lado, el BCE ha reconocido que, pese a que la inflación se está moderando, aún prevé que se siga manteniendo elevada durante un tiempo y, aunque reconoce las incipientes presiones desinflacionarias, no las considera aún lo suficientemente generalizadas
En cuanto al ciclo económico, estancado en los dos últimos trimestres, el BCE espera que este recupere algo de dinamismo en lo que queda de año.