Estados Unidos quiere apretar el tornillo a China y cortar por completo el acceso de su rival a los semiconductores utilizados en el desarrollo de la inteligencia artificial. Este es otro golpe dirigido al Reino Medio, pero también... a empresas americanas como Nvidia.
- El Departamento de Comercio de EE. UU. planea endurecer las sanciones existentes contra China
- Esta vez se trata de una prohibición total a la exportación de procesadores utilizados para el desarrollo de IA
- Las empresas estadounidenses, encabezadas por Nvidia y AMD, pueden perder mucho con esta decisión
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Estados Unidos quiere aislar a China de la IA
Después de que EE. UU. presentara en octubre pasado su paquete de sanciones más severo hasta la fecha sobre la exportación de tecnología de semiconductores a China, puede resultar que esta no haya sido la última palabra de la administración de EE. UU. Según los últimos informes del Wall Street Journal, el Departamento de Comercio de EE. UU. planea extender las sanciones existentes a China, para que también cubran los semiconductores tecnológicamente menos avanzados. Se trata principalmente de limitar la exportación a China de chips utilizados para desarrollar inteligencia artificial. Según información extraoficial, las sanciones se endurecerían en julio.
El mercado mira al cierre de mes, trimestre y semestre: implica rotaciones de cartera". Macchiavellihttps://t.co/DpDgDkLq4B#mercados #wallstreet #bolsadevalores #bolsa #carteras #ocde #eeuu #recesion #economia #europa #livenews #actualidad #negociostv #macchiavelli pic.twitter.com/3yzu3PICVG
— negocios tv (@negocios_tv) June 29, 2023
Otras restricciones al acceso a la tecnología de semiconductores tienen por objeto socavar la capacidad de China para trabajar en el desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, pero no serán indiferentes a los fabricantes estadounidenses de semiconductores y procesadores. La empresa líder, que es Nvidia, puede ser la que más pierda, lo que se notó tras la reacción de los inversores tras el cierre de la sesión del martes y la aparición de informes sobre la prevista ampliación de sanciones a China. Las acciones de Nvidia perdieron más del 3% en el comercio de posventa.
Esto se debe principalmente a que la empresa logró "ajustarse" a las sanciones en octubre pasado y todavía pudo vender algunos de sus procesadores a China. Curiosamente, la administración estadounidense sugirió a Nvidia que dejara de exportar sus sistemas insignia utilizados en el desarrollo de inteligencia artificial (A100 y H100) a China ya en septiembre del año pasado, es decir, antes de la introducción oficial de sanciones.
A principios de noviembre, Nvidia presentó un nuevo procesador gráfico A800 (construido sobre la base de A100) que, gracias a sus parámetros más débiles, se puede exportar a China sin violar las sanciones de EE. UU. A fines de marzo, la compañía también presentó el sistema de gráficos H800, que se desarrolló con un principio similar: es una versión más débil del procesador insignia H100, que ofrece un entrenamiento nueve veces menos eficiente de los modelos de inteligencia artificial. Gracias a esto, sin embargo, se pudo exportar a China.
La estadounidense AMD también decidió preparar versiones más débiles de sus procesadores, exportados a China
Sanciones contra empresas estadounidenses
Si el Departamento de Comercio de EE. UU. decide endurecer las restricciones actuales, en la práctica impedirá que las empresas estadounidenses vendan cualquier sistema para el desarrollo de inteligencia artificial al mercado chino, incluso aquellos con parámetros más débiles. Esto afectará particularmente a la mencionada Nvidia, que es responsable de aproximadamente el 80 % de la producción mundial de chips gráficos utilizados en sistemas informáticos a gran escala, incluidos solo para entrenar IA y aprendizaje automático.
Por lo tanto, la administración estadounidense debe tener en cuenta que un intento de aislar completamente a China de los chips utilizados para el desarrollo de la inteligencia artificial afectará negativamente a los fabricantes de los Estados Unidos. La cuestión de si se trata de un sacrificio que el Departamento de Comercio está dispuesto a hacer sigue abierta.
También es posible un escenario en el que la venta de chips "debilitados" a China será posible incluso después de que se endurezcan las sanciones, pero será necesario obtener licencias especiales.
Guerra de semiconductores
Cabe recordar que el paquete de sanciones estadounidenses contra China introducido a principios de octubre supuso el golpe más fuerte hasta el momento para el Reino Medio, durante la guerra comercial entre ambas potencias, que se prolonga desde hace varios años. Las nuevas restricciones introdujeron una prohibición total a la exportación a China de los semiconductores más avanzados producidos por y en nombre de empresas de los Estados Unidos. Hablamos de semiconductores fabricados en litografía desde 16 nanómetros hacia abajo. Para simplificar: cuanto más baja es la litografía (menos nanómetros), más avanzado y eficiente es el procesador. Actualmente, los chips más avanzados en producción en serie se fabrican con tecnología de 4 o incluso 3 nanómetros. Por lo tanto, el embargo estadounidense a China abarcó no solo a los semiconductores más avanzados, sino también a aquellos cuyos años de gloria quedaron atrás.
Las sanciones del Departamento de Comercio de EE. UU. también cubren fábricas extranjeras que trabajan para empresas estadounidenses, así como tecnologías desarrolladas en EE. UU. utilizadas en la producción de semiconductores. Entonces, en la práctica, aislaron a China de los sistemas de procesamiento de datos más avanzados.
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A las sanciones se sumaron Taiwán, que es productor del 60% de todos los semiconductores del mundo, y al mismo tiempo responsable de la producción de más del 90% de los más avanzados (por debajo de los 10 nanómetros), así como Japón y Los países bajos. Y es este último país el que es crucial en este caso: la empresa holandesa ASML es el único fabricante mundial de máquinas para la producción de semiconductores avanzados en tecnología EUV y el único proveedor de software para su operación. Las sanciones estadounidenses incluso privaron a las empresas chinas de la posibilidad de utilizar las máquinas existentes, debido a la suspensión del soporte de software.
Además, las instituciones y los ciudadanos estadounidenses han perdido la oportunidad de cooperar o trabajar con los fabricantes chinos de semiconductores. Más de 30 empresas chinas están en la lista de sanciones.
Entonces, ¿puede EE. UU. aislar efectivamente a su mayor rival económico y tecnológico de los semiconductores más avanzados? A corto plazo, parece que sí. Las empresas chinas pueden producir de forma independiente, basándose en su propia tecnología, a escala industrial solo chips no avanzados que se utilizan en electrodomésticos, productos electrónicos y automóviles. Sin embargo, aislar a China de las tecnologías estadounidenses a largo plazo puede conducir al hecho de que el desarrollo de la producción de semiconductores en el Reino Medio se acelerará significativamente. Sin embargo, es importante cuán lejos estará detrás de los chips que se producirán en Taiwán o en los propios EE. UU.
