¿Qué ha ocurrido? El informe de empleo de septiembre incluyó una enorme sorpresa positiva de las nóminas, con más detalles contradictorios bajo la superficie. Las nóminas fueron más de dos veces superiores a nuestras expectativas (336.000 frente a 155.000 previstos), y estuvieron acompañadas de importantes revisiones positivas del mes anterior (+119.000). Por su parte, el empleo doméstico sólo aumentó en 86.000 personas y la tasa de desempleo se mantuvo en el 3,8% (frente al 3,7% previsto).
Los ingresos medios por hora fueron inferiores a lo previsto (+0,2% intermensual frente al 0,3% intermensual), lo que supone una buena noticia para la Reserva Federal. A pesar del fuerte ritmo de contratación, la inflación salarial se moderó durante el mes, probablemente debido al efecto de la fuerte contratación en el sector del ocio y la Administración, que tiende a pagar menos que otros sectores.
¿Qué significa?
Creemos que la sorpresa positiva de las nóminas es tanto un reflejo de las temporadas estivales de empleo en ocio y educación, como un indicio de la resistencia de la economía estadounidense
¿Y ahora qué?
Las implicaciones para la Reserva Federal de EE.UU. son igualmente complicadas: aunque este informe claramente hace más reñida la decisión de la Fed sobre si volverá o no a subir los tipos este otoño, el endurecimiento de las condiciones financieras está haciendo gran parte del trabajo por ellos. Hemos sido escépticos en cuanto a la posibilidad de que la Reserva Federal lleve a cabo la subida que actualmente tiene prevista para la segunda mitad de 2023, pero en este momento las probabilidades son más parecidas a lanzar una moneda al aire. Es probable que el IPC y las ventas al por menor, así como los movimientos en las condiciones financieras, inclinen a los representantes de la Fed en una u otra dirección.
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