Respecto al desglose por componentes, solo España y Francia los publican, mientras que las oficinas de estadística de Alemania e Italia se limitan a describir las principales tendencias, pero sin cuantificarlas. Con la información disponible, se puede decir que, en todos los casos, buena parte del crecimiento del 1T se debió a una aportación positiva del comercio exterior, beneficiado por un buen arranque de la economía global este año. Respecto a la evolución de la demanda interna, las señales son más dispares: el consumo cayó en Alemania y España, en Francia se estancó y en Italia se destaca el dinamismo de la demanda interna, sin entrar a valorar por componentes.
Pese a este relativo buen inicio de año, la incertidumbre de cara a los próximos meses sigue siendo muy elevada
Unos precios del gas muy por debajo de lo cotizado hace seis meses suponen un alivio para las empresas y familias, y el hecho de que las reservas de gas se sitúen en máximos para la época (56%, casi el doble que la media de los últimos cinco años en estas fechas) permite afrontar el invierno de 2023 con mayor tranquilidad. Sin embargo, en las encuestas industriales empiezan a detectarse señales incipientes de menores pedidos, en un contexto de inventarios de productos terminados todavía elevado.
El precio del gas sigue para abajo. Muy buena noticia. pic.twitter.com/OoRsgBzjvs
— José Ramón Iturriaga (@JRIturriaga) April 26, 2023
Además, la confianza de las familias se sitúa en referencias muy bajas y las dudas con que afrontan la futura evolución de la economía explica su mayor preferencia por ahorrar, un factor que, de persistir en el tiempo, podría suponer un lastre para el consumo
Por otro lado, ya se observa una importante desaceleración del crédito al sector privado (en febrero creció a un ritmo interanual del 3,3%, mínimo desde agosto de 2021), de la mano del endurecimiento monetario. Por su parte, los últimos episodios de turbulencias financieras (quiebra del SVB y el rescate del Credit Suisse) han alertado sobre algunas vulnerabilidades en el sector financiero, si bien la banca europea se ha mantenido bastante aislada del reciente episodio de estrés financiero, gracias a la robustez de su posición de capital y liquidez en el marco regulatorio comunitario.