Son aquellos que no resultan nocivos para nuestras finanzas personales y que debemos realizar en el día a día. Veamos algunos casos con su respectiva categorización:
1) Necesarios
Vivienda, salud, comida, transporte y vestimenta son algunos de los rubros donde encontramos gastos necesarios. Ahora bien, es muy importante evitar el autoengaño: muchas veces el gasto del supermercado o el almacén no está compuesto en un 100% de productos necesarios, sino que puede incluir productos que corresponden a otras categorías. Lo mismo podríamos decir del transporte: si sos de tomarte taxis o ubers para ir a todos lados para ganar en comodidad a la hora de viajar, entonces no deberías clasificar esos gastos dentro de la categoría de necesarios. Mi recomendación a la hora de elaborar una lista es practicar la autocrítica y no justificar gastos muchas veces evitables.
Hace un año escribí un libro en el que explico cómo proteger las finanzas personales del desastre populista. Hay menos tiempo hoy para prepararse, pero los consejos siguen vigentes:
Hace un año escribí un libro en el que explico cómo proteger las finanzas personales del desastre populista. Hay menos tiempo hoy para prepararse, pero los consejos siguen vigentes.
— Julio César Iglesias (@IglesiasJulio87) October 5, 2022
2) Inteligentes por disfrute
Ahora bien, una vida compuesta solamente de gastos necesarios no es vida. Es importante darnos algunos gustos para que no todo sea laborioso, pero más allá del criterio y la puntería que debemos ensayar para elegir cada capricho que genere real disfrute, antes de realizar este tipo de erogaciones debemos evaluar a conciencia su impacto en nuestras finanzas personales. ¿Superan el 10% de nuestro presupuesto mensual? ¿Lo estamos financiando con la tarjeta de crédito o de otra forma tal que reducirá nuestro flujo de fondos futuro? ¿Esperamos 72 horas desde que apareció el deseo de consumo o estamos corriendo a comprar como si se acabara el mundo y sin advertir que puede tratarse de un impulso carente de sentido? Solo si superamos estos filtros podemos dar luz verde a la compra del bien o servicio en cuestión.
3) De inversión
En casi todo gasto lo adquirido se consume de inmediato, mientras que, si hablamos de gasto de inversión, la definición indica que gastamos hoy para beneficiarnos mañana. Un ejemplo de gasto de inversión es la compra de electrodomésticos más caros, pero de bajo consumo, que ayuden a reducir lo que pagamos por la electricidad. También, la cuota del gimnasio -siempre que vayas seguido-, un curso de idioma o cualquier otro plan educativo que nos proporcione recursos, un adelanto de consumo necesario o corriente, etc.