La libra esterlina se encuentra en el centro de atención de los mercados financieros, ya que su valor cayó a un mínimo de tres semanas el martes pasado. Los inversores estaban digiriendo datos económicos relevantes y aguardando con incertidumbre la decisión sobre la tasa de interés del Banco de Inglaterra (BoE) prevista para el jueves.
Análisis fundamental
En el transcurso de este año, la libra esterlina ha mostrado un impresionante rendimiento, incrementándose alrededor de un 6 %. Este ascenso se debe en gran medida a los esfuerzos del Banco de Inglaterra para hacer frente a una inflación obstinadamente alta, impulsando las tasas de interés. Al mismo tiempo, el dólar ha experimentado un retroceso debido a la disminución de las presiones sobre los precios en los Estados Unidos.
A mediados de julio, la libra alcanzó su punto máximo en 15 meses, cotizando a 1,314 USD. Sin embargo, esta tendencia alcista se vio interrumpida tras la publicación de datos que indicaron una inflación británica más baja de lo esperado, ubicándose en un 7,9 % en junio. Como resultado, la libra cayó un 0,54 % el martes pasado, alcanzando su nivel más bajo desde el 10 de julio, situándose en 1.277 dólares.
El panorama económico se complica aún más con la incertidumbre relacionada con las próximas decisiones del Banco de Inglaterra. Los inversores esperan ansiosamente la reunión del jueves para conocer la posición del banco central respecto a las tasas de interés. Los mercados han estado sopesando las probabilidades de un aumento de 25 puntos básicos, lo que llevaría las tasas al 5,25 %. Sin embargo, también se considera la posibilidad de un aumento mayor de 50 puntos básicos, según los precios en los mercados de derivados.
El euro, por su parte, ha mostrado un comportamiento distinto frente a la libra esterlina, fortaleciéndose un 0,24 % y cotizando a 85,86 peniques. Simon Harvey, jefe de análisis de divisas de Monex, destaca que la caída de la libra no sigue la tendencia general a la baja en el G10 FX frente al dólar. Los mercados parecen estar adoptando una postura cautelosa antes de importantes publicaciones económicas en Estados Unidos, la decisión del Banco de Inglaterra y el informe de nóminas de EE. UU. el viernes, todos los cuales presentan riesgos para la estabilidad actual del mercado.
A pesar de la caída de la inflación, los precios de la vivienda y el sentimiento económico sombrío, Kit Juckes, estratega jefe global de divisas de Societe Generale, sugiere que un aumento de 25 puntos básicos con una advertencia de futuros incrementos podría ser una opción sensato No obstante, la libra esterlina se encuentra vulnerable esta semana, con la incertidumbre en torno a la decisión del Banco de Inglaterra y los sólidos datos económicos de Estados Unidos.
Los precios del mercado reflejan las expectativas de que el Banco de Inglaterra eleve las tasas a alrededor del 5,8 % a principios de 2024. Esta cifra es significativamente menor en comparación con las proyecciones anteriores de un aumento al 6,4 % o más a principios de julio.
Análisis técnico
El par GBPUSD, en gráfico de 4 horas, evidencia un posible cambio de tendencia, buscando liquidez con la creación de mínimos menores, sin embargo, está respetando la zona de soporte marcada en líneas rojas en 1,27520 USD. En este entorno, la siguiente zona de soporte que es muy relevante para el mercado es de 1,25900 USD, ya que está apoyada en temporalidad de 1 día como mínimo importante. Por otra parte, si cede a la presión, se posicionarían nuevos mínimos en la siguiente zona de pivote en 1,24210 USD.
Además, al analizar los indicadores técnicos, se puede observar como el precio comienza a reaccionar dentro de la zona pivote luego de perder la media móvil de 20 periodos y tomarla como soporte. Además, con un cruce descendente por parte del estocástico, que empieza a buscar niveles de sobre compra sobre el nivel 20, el cual podría exponer signos de debilidad mostrando el posible inicio de un retroceso alcista.
