Un conducta equivocada y muy común entre los deudores pasa por restarle importancia a los intereses. Así es como la mayoría termina comprando todo en cuotas y, al momento de hacer frente al resumen mensual, decide cumplir solo el pago mínimo de la tarjeta, que representa apenas el 4% del total gastado en el período. Esta elección lleva a esas personas a asumir -muchas veces sin saberlo- tasas de interés exorbitantes que se transforman en una bola de nieve y las dejan al borde del abismo financiero.
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— El Blog Salmón (@elblogsalmon) October 4, 2022
Para colmo, los intereses que deberán afrontar a partir de ese momento se calculan mediante un sistema de amortización nada conveniente para el deudor conocido como Sistema de Amortización Directo, donde el monto del interés a pagar se define por el total adeudado en un principio, sin importar si luego se va saldando parte del capital.
Comprender el peso de los intereses implica actuar diferente. Esto es, comenzar a abonar el total de la tarjeta de crédito todos los meses sin excepciones e intentar cancelar las deudas anteriores, si las hubiera
Ante la típica pregunta acerca de cuál de las tres deudas conviene atacar primero (el capital no pagado, los intereses generados o el nuevo resumen), la mayoría de los asesores financieros responderá que lo mejor será honrar la que contenga una mayor tasa de interés, pero el consejo es erróneo, puesto que lo mejor pasa por utilizar el índice Cash Flow (ICF).
El ICF es un sistema desarrollado por Garrett Gunderson que prioriza la precancelación de deudas en función del flujo de dinero que cada una le quita al deudor mes a mes.
El cálculo es el siguiente: Monto de la deuda a pagar / Pago mínimo mensual
Cuanto más bajo sea el resultado, más urgente será la precancelación de esa deuda.
El ICF nos dice que, si el resultado da entre 0 y 50, la deuda es muy nociva o simplemente nociva para nuestros bolsillos, por lo que conviene precancelarla cuanto antes. Un resultado entre 50 y 100 habla de una deuda no tan nociva a la cual, de todos modos, se le debe prestar atención para no perder de vista su evolución. De 100 en adelante no sería tan relevante para nuestras finanzas personales. Por ende, los estímulos para su precancelación disminuyen.