Últimamente todo ha indicado hasta el momento que el presidente ruso tiene dos objetivos estratégicos que se basan, por una parte, en una aceleración del lanzamiento del nuevo gasoducto Nord Stream 2, y por otra, en el establecimiento de acuerdos de transferencia de gas a largo plazo con países europeos.
El día de ayer, en Sochi en el Mar Negro, tuvo lugar un foro de discusión con la participación de Vladimir Putin, el presidente de Rusia presentando sus nuevas ideas.
En primer lugar, nos llevamos la promesa de que el gas fluiría a través de Nord Stream 2 al día siguiente de que la oficina alemana emita el permiso correspondiente. En segundo lugar, nuevamente culpó a la Unión Europea por los altos precios del gas y agregó que el gas suministrado por Gazprom bajo contratos a largo plazo es cuatro veces más barato.
No se puede negar que existe una cierta analogía con los probables objetivos de Rusia antes mencionados. Desde el inicio de la pandemia no hemos observado tantas infecciones por coronavirus como las que vemos ahora en Rusia.
Aún no está confirmado al 100% si la decisión de Putin se pondrá en práctica, pero el alcalde de Moscú ha anunciado que del 28 de octubre al 7 de noviembre solo permanecerán abiertas las farmacias, tiendas de abarrotes y posiblemente teatros y museos, con una audiencia limitada del 50%.
Estos pasos repentinos comenzaron a ser discutidos después de que ayer se publicaran las estadísticas de un número récord de muertes, es decir, 1036 personas y un número récord de casos nuevos, es decir; unas 36 300 infecciones.
Agreguemos que alrededor del 30% de la población está vacunada en Rusia, y Putin aseguró que no habría un programa nacional obligatorio de vacunación. La práctica de comprar certificados falsos por parte de ciudadanos rusos también es oficialmente conocida y no menos criticada.
