Es entendible que haya cierta aprehensión entre los inversionistas ante una posible implosión del mercado inmobiliario mundial, dada la magnitud de la “gran crisis financiera”. Según algunas mediciones, aún no hemos recuperado. Muchos bancos centrales en el mundo aún tienen “bienes tóxicos” en sus carteras; y en EEUU, la tasa de mora en las hipotecas sigue siendo aún más alta que para las tarjetas de crédito.
____Miriam Sánchez____
Mientras tanto, los precios de la vivienda en el mundo desarrollado han subido a una razón en torno al doble que la inflación. Que la medición de la inflación no incluye el precio de compra de inmuebles es un factor. Pero el tema en el fondo es que el período prolongado de bajas tasas en EEUU, Australia, Nueva Zelanda y Europa llevó a que la gente tomara hipotecas cada vez más grandes en un mercado reducido.
¿Para dónde vamos?
A pesar del deterioro económico de covid, los precios inmobiliarios han seguido al alza. Especialmente en Nueva Zelanda y Australia, que han experimentado una crisis relativa antes de la pandemia. De hecho, tanto el RBNZ y el RBA habían recortado sus tasas durante el 2019 para apoyar a sus economías, quedando con menos herramientas ante la crisis.
Ahora que la economía neozelandesa pareciera estar al alza, nuevamente han abierto el corredor con Australia, permitiendo visitas para la temporada de esquí. Pero eso probablemente creará más presión sobre el mercado inmobiliario.
No estan solos
Habiendo logrado prevenir la infección masiva de covid en Nueva Zelanda, por lo menos su economía doméstica ha vuelto a la normalidad. La situación con su mercado inmobiliario podría ser una señal de lo que podría pasar en otros lugares cuando sus economías normalicen antes de que los bancos centrales suban las tasas.
Debido a que la vivienda es un aspecto clave de la economía, deja descolocado al banco central. Especialmente en el caso de Nueva Zelanda, que ha visto un debilitamiento en su recuperación al margen de la industria de la construcción.
Qué podría hacer el RBNZ
El gobierno se vió en la obligación de implementar medidas para tratar de reducir un poco la burbuja en la vivienda, entre ellas un aumento en los impuestos. Por ello que todos los analistas vaticinan que no habrá cambios luego de la reunión del RBNZ, a pesar de haberse cumplido ya el plazo para cuando se habían comprometido a mantener las tasas sin cambios.
No hay conferencia de prensa agendada, y no se actualizarán los pronósticos. Los economistas están confiados en que el RBNZ esperará a su próxima reunión el 26 de mayo para ver qué tan efectivo fueron las medidas del gobierno para apaciguar el mercado inmobiliario. Y lo que quizá sea más importante, tendrán a mano las cifras para el primer trimestre, incluyendo las cifras de empleo.