La globalización ha terminado, como también las transferencias de tecnología de forma casi totalmente abierta como hasta ahora. La disponibilidad de la tecnología diferencialmente punta vuelve a ser - como siempre ha sido a lo largo de la historia - el factor determinante del éxito económico y de la ventaja militar, de manera que la ubicación de los centros de producción (semiconductores, software, etc) ya no se decidirá en función del coste, sino de su disponibilidad en caso de conflicto (comercial o militar). Y eso resulta estructuralmente más caro.
También por este motivo estimamos que los descensos de la inflación en Europa y Estados Unidos desde los niveles actuales serán mucho más difíciles de conseguir
Y, por eso mismo, si los bancos centrales se empeñan en no revisar su objetivo de inflación del actual 2% probablemente cometerán un error que tendrá un elevado coste en términos de PIB.
Deberán saber combinar adecuadamente la fiabilidad de sus objetivos y las consecuencias reputacionales y de confianza que eso conlleva, con un pragmatismo que evite que incurran en un inmovilismo peligroso. Darwin no dijo que sobrevivirían los más fuertes (i.e., los más pertinaces), sino quienes más rápidamente se adaptasen al cambio (i.e., pragmatismo). Continuando con la influencia de la geoestrategia, el aparente intento de golpe por parte de Prigozhin (mercenarios Wagner) a finales de junio podría derivar en un rápido debilitamiento del régimen de Putin… o puede que nada sea lo que parece.
$3,000,000,000,000 USD
— Eduardo Rosas (@lalorosas) June 30, 2023
3 «trillion dollars» en inglés de EEUU, o 3 billones de dólares en español.
Esta es la nueva capitalización de mercado de Apple (que es el valor de cada acción multiplicado por el número de acciones), y es la primera empresa en la historia en cerrar una…
Los diagnósticos sobre Rusia vienen siendo una absoluta incógnita desde principios del s.XX
La frase de Churchill, “Rusia es un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma”, adquiere de nuevo toda su vigencia. Pero si realmente fuera lo que aparenta - un golpe de estado frustrado -, iría tomando forma un contexto de líder fuerte y autocrático debilitado internamente que trataría de permanecer en el poder consolidando la situación militar actual ante el debilitamiento de su capacidad operativa (ya no puede contar con los mercenarios de Wagner y es poco probable que una mayoría de ellos se integren en el ejército regular). Eso reforzaría la perspectiva de un conflicto prolongado en el tiempo, que muda de ofensivo a defensivo para Rusia y de cuya estabilización podría depender la permanencia de Putin en el poder.
A partir de ahora Rusia evolucionará en un equilibrio inestable sobre el cual cada vez habrá menos información fiable porque el régimen se replegará sobre sí mismo
Este hipotético desenlace favorecería un modesto encarecimiento del petróleo ante la incertidumbre de la estabilidad de su suministro por parte de Rusia (la mayoría de países del mundo no aplican sanciones), pero no demasiado puesto que la capacidad de producción mundial está actualmente infrautilizada (sobre todo la de la OPEP), al tiempo que una toma de beneficios en las compañías de Defensa (Thales, Rheinmetall, Leonardo, etc). Pero esta última no sería preocupante, incluso si se prolongara algún tiempo, porque el aumento del gasto europeo en Defensa es ya irreversible, prácticamente ocurra lo que ocurra en Ucrania. El acuerdo para que los países de la UE aumenten su inversión hasta el 2% del PIB individual supone, en números grandes, ca. 110.000M€ adicionales, equivalente a cerca del 70% de la capitalización agregada de las principales compañías europeas de Defensa.
Gráfico de las cotizaciones del índice SP500 y el índice STOXX 600
Por tanto, como ya adelantamos en nuestros anteriores informes de Estrategia Trimestral, debemos prepararnos para un conflicto prolongado con el que convivir y adaptar la Estrategia de Inversión a esa situación, lo que implica seguir invertidos en compañías de Defensa, a pesar de los altibajos pasajeros. Por supuesto, también en grandes tecnológicas (Apple, Microsoft, Alphabet…), compañías de ciberseguridad (Palo Alto, CrowdStrike, Fortinet…), semiconductores (ASML, Nvidia, Infineon…), tecnología de la salud (Eli Lilly, Novo Nordisk, Intuitive Surgical…), lujo (L’Oreal, LVMH, Ferrari…) y transición energética (Iberdrola, Enel, Acciona Energía…). Nuestros principales conceptos de inversión permanecen, con algún ajuste fino en los detalles y/o algunos nombres. Pero insistimos especialmente y ante todo en la tecnología porque es ahí donde están el valor, los beneficios y la transformación de la economía en el s.XXI.