Crisis global en oferta de diésel podría disparar la inflación y amenazar la recuperación económica en vísperas de elecciones en EE. UU

La crisis en la oferta mundial de diésel está agudizando la inflación y amenazando tanto a la industria como al transporte global. Países productores clave como Arabia Saudita y Rusia han recortado su producción, mientras que la demanda repunta, llevando a precios récord en mercados como Estados Unidos y Europa. Este panorama se traduce en costes de transporte más elevados, lo que se refleja en los precios finales para empresas y consumidores.
La oferta mundial de diésel está en crisis, exacerbando las presiones inflacionarias y potencialmente interrumpiendo la industria y el transporte. Mientras gigantes petroleros como Arabia Saudita y Rusia han reducido la producción de crudos más ricos en diésel, la demanda está repuntando tras el cierre de refinerías menos eficientes debido a la caída en la demanda provocada por la pandemia de COVID-19.
Los precios del diésel están alcanzando niveles récord, con los precios en EE. UU. superando los $140 por barril, el más alto para esta época del año, y un aumento del 60% en Europa desde el verano. El aumento en los precios del diésel se traduce en costos de transporte más altos que, finalmente, se trasladan a las empresas y consumidores. Este nuevo frente inflacionario es especialmente preocupante para expertos en economía y políticos, que ven el alza en los precios del diésel como un obstáculo adicional para la recuperación económica global.
The World Is Struggling to Make Enough Diesel
— Tracy (???????????? ) (@chigrl) September 17, 2023
And it could get worse. Saudi Arabia and Russia have turned down the taps on production of crudes that are richer in diesel.
All this comes on top of a global refining system that shuttered less-efficient plants when Covid-19… pic.twitter.com/VshFGOF6CU
Sin embargo, hay alguna esperanza de que la crisis del diésel pueda aliviarse. Con la llegada de los meses más fríos, las restricciones climáticas en las refinerías en general disminuyen, aunque algunas entrarán en periodos de mantenimiento estacional
Aunque hay cierto optimismo, no se puede ignorar la inquietud que existe sobre el suministro de diésel proveniente de países exportadores clave. Rusia, que continúa siendo un proveedor crucial a pesar de las sanciones impuestas por Occidente, ya ha anunciado que planea reducir la cantidad de diésel que exporta a mercados internacionales. China, otra fuente potencial para aliviar la escasez, ha establecido una nueva cuota de exportación, pero según expertos y operadores en Asia, el volumen planificado no será suficiente para estabilizar el mercado hasta finales de año. Un salto en los precios de los combustibles podría poner en peligro esa esperanza. Este es un riesgo que no pasa desapercibido, sobre todo ahora que se avecina la temporada electoral en Washington.
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