Presentamos un comentario sobre los resultados de Airbnb. Pese a las buenas cifras del tercer trimestre, "la empresa ha ofrecido unas perspectivas menos optimistas para el cuarto trimestre" debido al "aumento de la incertidumbre económica, que se espera que frene la demanda de viajes tras una fuerte temporada de verano", explica Farhan Badami, analista de mercado de eToro. Asimismo, los inversores estarán atentos a la forma en que Airbnb "aborda la creciente presión regulatoria, especialmente tras la prohibición de las estancias de corta duración en la ciudad de Nueva York", indica.
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El negocio de Airbnb ha experimentado un repunte constante en los últimos trimestres, a medida que la demanda de viajes se ha recuperado de la pandemia del Covid-19
Los resultados del tercer trimestre de la compañía superaron las expectativas tanto en ingresos como en beneficios, con unas ganancias que alcanzaron los 6,63 dólares por acción, superando las estimaciones.
Tras beneficiarse de un aumento de las estancias nacionales en zonas rurales durante la pandemia, más huéspedes están regresando a las ciudades, con un aumento de las reservas de estancias urbanas de alta densidad del 15% en el tercer trimestre en comparación con el año anterior. También están regresando los viajes internacionales, con un aumento del 17% en las reservas de pernoctaciones transfronterizas.
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A medida que los precios de las propiedades de alquiler y las estancias en hoteles suben debido a la inflación, Airbnb ha reaccionado introduciendo nuevas herramientas para ayudar a los anfitriones a fijar precios competitivos. En septiembre, el precio medio por noche de un alojamiento de una habitación en Airbnb fue de 120 dólares, un 1% más que el año anterior, mientras que los precios de los hoteles subieron un 10%, hasta 153 dólares, según la empresa.
De cara al futuro, la empresa ha ofrecido unas perspectivas menos optimistas para el cuarto trimestre. Lo atribuyen al aumento de la incertidumbre económica, que se espera que frene la demanda de viajes tras una fuerte temporada de verano.
Los inversores también vigilarán de cerca cómo Airbnb aborda la creciente presión regulatoria, especialmente tras la prohibición de las estancias de corta duración en la ciudad de Nueva York
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