El experto Efrén Arroyo Franco contesta en FXMAG a algunas preguntas como la menacionada a continuación. ¡No te lo pierdas, inversor!
¿Cómo podrías comentar el índice de precios al consumidor (IPC) de Estados Unidos? ¿Puede tener algún impacto en la política de la Reserva Federal y en las cotizaciones del dólar estadounidense?
Los últimos datos conocidos de inflación norteamericana, han sido interpretados de forma general como negativos, ya que representan un repunte en el índice general de precios en términos anuales (del 3% al 3.2%) tras más de 12 meses de caída continua.
Siempre conviene tener presente que en estos indicadores, es más relevante la tendencia que el dato puntual, y en este sentido un repunte de 2 décimas en verano, puede no significar más que una anécdota dentro de una senda claramente bajista y de contención de precios.
Tampoco debemos perder vista, que la rocosa inflación subyacente sigue moderándose aunque aún en niveles elevados (4.8% al 4.7%), por tanto si este es el motivo que daba fundamento principal a las continuas subidas de tipos, la opinión generalizada ahora apunta a que en la reunión de finales de septiembre no se volverá a aumentar las tasas.
Y si parece que no es necesario volver a aumentar tasas por ahora, entonces es probable que esta lectura negativa de los analistas económicos provenga más de las perspectivas macroeconómicas para los próximos meses que de la realidad presente, que comparada con la situación de unos cuantos meses atrás es obvio que la inflacionaria ha mejorado ostensiblemente a costa de encarecer el dinero y frenar la actividad económica.
Hablemos por tanto de las perspectivas
La primera proviene de la escalada del precio del petróleo, que afecta de forma muy significativa a toda la economía en su conjunto.
El precio del barril de crudo Brent ha experimentado un incremento de más del 20% en menos de dos meses, esto es muy preocupante, pero lo es aún más que EEUU ya no cuente con su reserva estratégica para influir en dicho mercado. Por tanto queda a expensas de las políticas restrictivas de los socios de la OPEP+ donde Rusia, país con el que está en guerra, tiene una gran influencia, por este motivo EEUU se vería obligado a recurrir de forma masiva al contaminador y nada ecológico fracking, lo que sin duda sería una medida impopular entre los votantes demócratas.
Y hablando de votantes, podemos introducir la segunda perspectiva negativa
2024 año electoral. ¿Alguien imagina que en año electoral los tipos sigan subiendo?
Lo normal es que no, ya que seguir subiendo tipos nos llevaría directos a una casi segura recesión económica, en cuyo altar J. Powell pone velas a diario para de esta forma salvar su mandato. Pero hay malas noticias para él, la maquinaria electoral americana ya calienta motores y subir tipos de interés es una medida perfecta para perder la votación presidencial, ya que traería una caída de la recaudación fiscal por el freno a la actividad económica, aumentaría el desempleo, aumentaría el endeudamiento, el coste del mismo.
En resumen, todo lo que no quieres tener si quieres volver a ser presidente
Para llegar a la cita electoral con más opciones, una estrategia más adecuada seria lograr consolidar unos niveles inflacionarios relativamente bajos como los actuales por unos pocos meses más y conociendo que la inflación suele tener un efecto retardado en la economía, comenzar a bajar tipos y abrir de nuevo el grifo monetario en el momento justo para llegar a la cita electoral con una economía convenientemente dopada.
Y ya luego veremos que hacemos… que igual le toca a otro.
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