Entrevistamos en esta ocasión al experto Efrén Arroyo Franco, quien nos da una respuesta muy intereante y completa a las siguientes preguntas:
Por favor, danos tu opinión sobre la lectura final del PIB de Estados Unidos.
¿Cuál es la situación de la economía estadounidense? ¿Tiene posibilidades de un aterrizaje suave? y ¿qué indica esta lectura sobre la política de la Reserva Federal?
EEUU es la potencia hegemónica de nuestros días, y tal condición le confiere una serie de ventajas indiscutibles, como por ejemplo poder imprimir su moneda a coste prácticamente cero y que el resto del mundo la acepte como valiosa, pudiendo con ella comprar cualquier recurso del planeta.
Pero también tiene algunas, aunque importantes, desventajas.
Una de las desventajas más claras es que hay muchos competidores que lo miran como el gato al canario, esperando el más mínimo descuido para forzar que el país norteamericano se vea obligado a compartir alguna de sus prerrogativas, sobre todo si desde el propio país americano comienzan a cometer errores impropios de su posición mundial.
Durante y tras la pandemia decidieron sacar a pasear el “helicóptero monetario” (Friedman dixit). Seguro que recuerdan que durante meses los ciudadanos estadounidenses recibían el llamado cheque de estímulo por el hecho de ser ciudadanos, sin ni siquiera ser necesario residir en EEUU.
El abuso en la emisión de la moneda desgasta su valor, cosa que ha sucedido desde que existe algo parecido a la moneda para hacer intercambios.
Debido a esta sobre emisión, los precios comienzan a subir, y explotan cuando además se involucra en una guerra en el este de Europa donde nadie sabe muy bien cuáles son sus intereses.
Dicha guerra contra uno de los suministradores de materias primas claves en el mundo crea escasez de muchas de éstas, pero sobre todo de energía, lo que va a retroalimentar a aquella inflación incipiente causada a consecuencia de regalar el dinero.
Entonces, y en el momento en que mes tras mes, EEUU alcanza el record histórico de su deuda pública, deciden subir tipos de interés de manera radical para combatir una sorprendentemente persistente inflación (según la FED), que como no cede al incremento del precio del dinero, es necesario combatirla aumentando la oferta de petróleo, para forzar una bajada en su precio, que se espera que se traslade a los precios de los productos básicos.
Pero no se aumenta la oferta de petróleo vía incremento de la producción. No.
Se vacían las reservas estratégicas, lo cual supone un error estratégico-militar en un país que está en guerra; guerras que funcionan con petróleo. Esta estrategia da sus frutos durante unos meses, en los que combinado con la subida drástica de tasas, modera la inflación e incluso la disminuye.
Pero recordemos que hay gatos mirando el canario. Por lo que el cartel de la OPEP y el país contra el que estas luchando en aquella guerra en Europa del este, deciden disminuir la oferta de petróleo en el momento preciso en el que se alcanza el pico histórico de demanda mundial petróleo, con las reservas americanas a niveles del año 1983, la deuda publica en 33 billones de dólares, con los tipos de interés más altos de las ultimas 2 décadas para afrontar el pago de dicha deuda y el sistema financiero pidiendo respiración asistida al ver como su balance de activos se desploma.
Como no puede ser de otra forma, nos encontramos con el barril de petróleo muy por encima de 90 dólares, los tipos de la FED al 5.5% por encima de la inflación general y la subyacente, y el dato más exiguo es el del PIB (+2.1% en Q2) que sería una gran cifra en un contexto más sano, cosa que no podemos decir del momento actual donde este crecimiento se debe al endeudamiento y la inflación.
Dada estas circunstancias, cuando oímos hablar de aterrizaje de la economía norteamericana no podemos dejar de pensar en la famosa película “Aterriza como puedas” en la que todo era un cómico desastre, muy famosa por cierto a principio de los 80, por donde a día de hoy rondan las reservas de crudo de EEUU.
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