Fueron los chinos los que pusieron en marcha el papel moneda allá por el Siglo IX y parece que serán los que lancen la primera moneda digital oficial de un país. El e-CNY o e-RMB (como se conoce al yuan digital) ya se puede usar en diez regiones del gigante oriental para el pago de pasajes, cuentas e impuestos y para la compra de productos en comercios.
Se trata de un experimento que podría transformar las herramientas fiscales y monetarias de los Estados y cuyas consecuencias de largo plazo aún no podemos dimensionar.
¿Cuáles serán las principales características del sistema monetario digital? ¿Competirá con el bitcoin y el resto de las criptomonedas?
____Poniedzialek - Lunes____
Principales características del yuan digital
Aunque el e-CNY comenzó a gestarse en 2014, recién en el segundo trimestre del año pasado, en plena pandemia de Covid-19, el Banco Popular de China anunció la ampliación del experimento argumentando que, según pudo constatar, la nueva moneda digital será compatible con el sistema financiero tradicional.
El apuro se vincula con los Juegos Olímpicos de Inverno que se desarrollarán en febrero de 2022 en Beijing, que significarán una excelente oportunidad para fomentar el uso de la moneda digital entre todos los extranjeros que visiten la capital china.
Para utilizar el e-CNY primero se debe descargar una billetera virtual (wallet) asociada a sus cuentas bancarias que funcionará como las apps privadas actuales (por ejemplo, Alipay, del gigante del comercio electrónico Alibaba), aunque con una ventaja fundamental para los comercios, que no pagarán comisión por las transacciones y recibirán el dinero en sus cuentas como si se tratara de billetes.
Otra diferencia importante es que las transacciones se podrán realizar con la tecnología de Comunicación de Campo Cercano (NFC). Por lo tanto, los clientes no necesitarán contar con conexión a Internet para pagar en un negocio.
Hasta aquí, dos ventajas que vuelven muy atractivo al dinero oficial programable. Sin embargo, surgen voces de alerta de analistas que observan características poco transparentes en la herramienta:
- Direccionamiento del gasto: El gobierno chino podría emitir yuanes digitales que solo puedan utilizarse para la compra de determinados bienes y servicios. De esta manera, sería capaz de direccionar el gasto de los consumidores hacia sus áreas de interés y los productos de determinadas empresas.
- Caducidad: Al tratarse de dinero programable, los e-CNY podría tener una fecha de expiración luego de la cual desaparecerán de la billetera virtual. Esta característica podría forzar a sus tenedores a gastar el dinero y realizar consumos no deseados. Cualquier gobierno se vería tentado a contar con una herramienta que fuerce la demanda en momentos de crisis para evitar una caída de la actividad económica, aun cuando esa estrategia perjudique a los consumidores.
- Control externo: Las autoridades podrían controlar los movimientos de yuanes en el exterior e incluso prohibir pagos dirigidos a productores de países que no simpaticen con el gobierno chino. Por otra parte, el Beijing contaría con la posibilidad de saltar las limitaciones que impone el sistema de pagos internacionales conocido como Swift, en manos de EEUU.
El yuan digital y el bitcoin
A pesar de que se podría intentar relacionar el reciente cierre de empresas de minería de bitcoins en Chinas por parte de las autoridades con el lanzamiento del e-CNY, lo cierto es que poco y nada tienen que ver una moneda con la otra. Diría que son el día y la noche.
Mientras que el yuan digital es emitido por un ente centralizado (el Banco Popular de China), el bitcoin es emitido de manera descentralizada y deflacionaria (la emisión va reduciéndose con el tiempo hasta concluir).
Como vimos más arriba, pareciera que uno de los objetivos no declarados del yuan digital consistiría en otorgarle a las autoridades del gigante asiático mayor control sobre el uso del dinero por parte de la ciudadanía. El bitcoin, por el contrario, ofrece libertad de acción a sus usuarios.
Debido a que las transferencias y pagos realizados con la principal criptomoneda no deben pasar por ningún ente regulador ni centralizado, no hay forma de prohibir o direccionar su uso hacia bienes o servicios no deseados por los poseedores de bitcoins.
Respecto de la fecha de caducidad que podría llegar a tener el e-CNY en determinados momentos a fin de estimular el consumo para evitar una crisis económica, la dinámica de precios del bitcoin en sus 12 años de vida demuestra que se trata de un excelente refugio de valor frente al fenómeno de inflación cada vez más extendido a nivel planetario.
Sin dudas estamos atravesando un momento bisagra en la historia de las finanzas globales y su cruce con la tecnología. El lanzamiento del e-CNY podría generar una carrera de bancos centrales por conquistar el mundo de las monedas digitales para lograr un mayor control económico sobre la ciudadanía global.
La clave pasa por avanzar en un proceso de digitalización sin afectar las libertades individuales, un propósito que no parece coincidir con el interés de los Estados.
¿Podrá el lanzamiento del yuan digital terminar con el bitcoin y el resto de las criptomonedas? Se verá con el tiempo, pero mi intuición apunta al efecto contario: en un mundo en donde el Gran Hermano estatal se vuelve cada vez más evidente y repudiado, los criptoactivos podrían convertirse en un bosque donde refugiarse, aunque está claro que la lucha con los reguladores no será sencilla.
Lo más interesante es que no estamos hablando de un futuro lejano. Todo está sucediendo ahora, frente a nuestras narices, e implicará grandes cambios para nuestras finanzas personales. Insisto con el consejo: hay que estar preparados.