La valoración del S&P 500 se traduce en un PER de 20,9x vs 20,4x histórico, mientras que en el caso del EuroStoxx-50 se estrecha el diferencial (14,1x vs 16,0x). Mantenemos nuestro posicionamiento sectorial y selectivo en tecnología, semiconductores, transición energética, consumo de lujo e infraestructuras. Como principal novedad, incorporamos también tecnología de la salud y defensa. El entorno geoestratégico actual es positivo para este último sector y aprovecharíamos posibles recortes para tomar posiciones con visión de medio/largo plazo.
Aunque el sector no estará exento de volatilidad (en función del flujo de noticias de la guerra), las empresas de defensa europeas se verán beneficiadas de una tendencia estructuralmente creciente en el gasto armamentístico. Hay que tener en cuenta que la OTAN requiere a sus países miembros un compromiso de gasto en defensa del 2% del PIB (y hoy por hoy la media europea apenas alcanza el 1,3%). En cuanto a la tecnología de la salud, es un sector beneficiado por el alargamiento de la esperanza de vida y la mejora de la calidad de vida en las personas de edad avanzada. Estas compañías combinan la característica defensiva y anticíclica de las farmacéuticas con el crecimiento que proporciona la componente tecnológica.
#SP500 #Wyckoff
— Rubén Villahermosa (@RubenVillaC) July 3, 2023
Estructuralmente seguimos en una zona de confluencia bastante delicada que podría alertarnos de un potencial exceso.
Zona de liquidez de largo plazo + zona sobrecompra de estructura medio plazo + zona sobrecompra de estructura corto plazo. pic.twitter.com/Z36VomHjot
Tabla con los datos del sector
En cuanto al sector financiero, a pesar de seguir positivos, esperamos que tenga un comportamiento menos favorable en los próximos meses frente a los sectores comentados anteriormente. Por tanto, lo excluimos en esta ocasión de esta selección. En definitiva, la segunda mitad del año será momento para posicionarse de cara a un 2024 atractivo para bolsas. Por ello, nuestra recomendación sigue siendo aumentar exposición a bolsas aprovechando momentos de toma de beneficios en mercado.
BONOS. El ciclo alcista en los tipos se acerca a su fin, pero no hay que asumir demasiado riesgo/duración. Mantenemos nuestra preferencia por el tramo medio de la curva de tipos y los bonos corporativos de alta calidad crediticia
Racional de inversión: Identificamos 3 factores clave que juegan a favor de los bonos en 2S 2023/2025. El ciclo alcista en los tipos de interés se acerca a su fin, muy probablemente en septiembre. En los últimos 12 meses hemos vivido la mayor subida de tipos en 40 años a nivel global (+425p.b. la Fed, +400p.b. el BCE, Reino Unido, Suecia y Nueva Zelanda, +375p.b. Australia…). El 2S 2023, marca un punto de inflexión en la dirección de los tipos. El diagrama de puntos de la Fed refleja 2 subidas más de +25p.b. cada una en los Fed Funds hasta 5,50/5,75% (vs 5,00/5,25% actual), pero bajadas por hasta -100p.b. a finales de 2024, la Inflación remite a escala global, las materias primas, vuelven a niveles pre-pandemia y la economía pierde tracción. Lo normal es que las presiones inflacionistas se disipen porque: Los PMIs Manufactureros están en zona de contracción, el inmobiliario se enfría, la banca endurece las condiciones de financiación y los estímulos fiscales se desvanecen. Aun así, impera la prudencia y los bancos centrales (BCs en adelante) tratan de evitar que el mercado anticipe bajadas de tipos antes de tiempo.
La idea de los BCs es mantener los tipos altos bastante tiempo porque la Inflación Subyacente aún es alta (5,3% en la UEM y EE.UU.) y el Empleo apenas se resiente
Nuestras previsiones reflejan una subida de +25p.b. en EE.UU. hasta 5,25/5,50% en julio y dos más del BCE hasta 4,00%(depósito)/4,50% (crédito) en julio y septiembre y (3) La rentabilidad/TIR actual de los bonos es interesante en términos absolutos (vs TIR histórica) y relativos (vs rentabilidad por dividendo de las bolsas). Como referencia, la TIR del 2A en EE.UU. alcanza 4,70% (vs 2,90% en jun. 2022) con el Bund alemán a 2A en 3,16% (vs 0,65% hace un año). La volatilidad continúa en niveles históricamente altos, pero tiende a relajarse a medida que remite la Inflación. El índice de volatilidad MOVE afloja hasta ~107,0 puntos en junio (vs 140 a principios de año).