Presentamos el comentario de Pedro del Pozo, director de inversiones de Mutualidad, en el que desarrolla las expectativas hacia la renta fija en el segundo trimestre, después de que haya mostrado un panorama "mixto" en los tres primeros meses del año, lo que ha resultado "ligeramente decepcionante", ya que arrancó el ejercicio con un panorama muy prometedor.
Pese al estrellato de la renta variable, Del Pozo cree que hay "momentum" para la deuda soberana y corporativa. Destaca España sobre otros países y aconseja "priorizar inversiones en activos de mercados más familiares y en divisas propias".
Pedro del Pozo (Mutualidad): "Todavía hay 'momentum' para la renta fija, pese al estrellato de las bolsas; esperamos una valoración más significativa"
2024 ha cerrado un primer trimestre en que la renta variable ha demostrado una resiliencia y un dinamismo impresionantes, especialmente en Europa y América, a pesar de la incertidumbre prevaleciente sobre el crecimiento económico y la inflación, que si bien muestra signos de moderación, aún no está completamente controlada.
Por otro lado, la renta fija ha ofrecido un panorama más mixto. Después de cerrar el año con un rendimiento excepcional, las expectativas del mercado hacia finales de 2023 quizás fueron excesivamente optimistas en cuanto a las posibles bajadas de los tipos de interés. Esto se ha reflejado en la última reunión de la Reserva Federal de marzo, sugiriendo que, si bien todavía hay margen para que la renta fija alcance una valoración más significativa, hasta el momento ha resultado ligeramente decepcionante.
Pese a las dudas que puedan surgir en el actual panorama económico, la inversión en renta fija se presenta como una oportunidad atractiva, especialmente para aquellos con un horizonte de inversión a medio y largo plazo. Las rentabilidades actuales en activos de calidad ofrecen un potencial notablemente interesante, y aunque el pasado reciente ha mostrado puntos de entrada más óptimos —como a finales de septiembre o principios de octubre del año pasado—, el momento presente sigue siendo propicio para la inversión en este mercado. La expectativa de una normalización en las curvas de rendimiento augura un escenario positivo para la renta fija, lo cual, desde una perspectiva de valoración, resulta prometedor.
En cuanto a la preferencia por tipos específicos de activos dentro de la renta fija, la inclinación hacia la calidad es evidente. A pesar del buen desempeño de los bonos high yield en meses recientes, la estrategia se centra en bonos de alta calidad, tanto en el ámbito de la deuda pública como en la privada. Los bonos investment grade destacan como una opción especialmente segura y atractiva para el inversor, proyectando una estabilidad y rentabilidad en el mediano plazo. La estrategia se orienta hacia tramos de la curva de uno a cinco años, los cuales se consideran especialmente aptos para capitalizar las previsibles reducciones en los tipos de interés. Estos activos, por lo tanto, representan una opción de inversión robusta en el contexto actual, sugiriendo un enfoque prudente pero optimista hacia la captura de valor en el mercado de renta fija.
La deuda pública española aflora como un activo de considerable atractivo dentro del panorama de inversión actual
A pesar de una prima de riesgo que, aunque ajustada en comparación con periodos anteriores, se sitúa en torno a los 90 puntos básicos respecto al bono alemán, sigue ofreciendo un rendimiento superior. Este margen adicional sobre las ya de por sí atractivas rentabilidades hace de la deuda pública un componente esencial en cualquier cartera diversificada.
En contraste, la deuda china, aunque reconocida por su buen rating y una rentabilidad razonable, no sale beneficiada en la comparativa con otros activos, como el bono alemán que ofrece retornos satisfactorios en la propia divisa del inversor. Por lo tanto, nos inclinamos por opciones menos arriesgadas y potencialmente más rentables sin la exposición al riesgo divisa. Esta visión estratégica aboga por priorizar inversiones en activos de mercados más familiares y en divisas propias, como el ya mencionado alemán, o como los bonos americanos de alta calidad, para aquellos dispuestos a asumir ciertos riesgos en busca de rendimientos atractivos.
En el ámbito de la deuda corporativa, el sector financiero emerge como un ámbito particularmente prometedor
Su volumen de emisiones, mayor en comparación con otros sectores, presenta una diversidad de bonos con características altamente atractivas para los inversores. No obstante, más allá de la selección sectorial, el enfoque hacia la sostenibilidad representa una tendencia creciente y significativa en el mercado de renta fija.
La demanda tanto de los inversores institucionales como de la normativa vigente por bonos verdes o sostenibles subraya un cambio en las prioridades de inversión hacia opciones que no solo ofrecen retornos financieros, sino que también contribuyen positivamente al medio ambiente y a la sociedad. Esta inclinación hacia la sostenibilidad refleja un compromiso creciente con la inversión responsable, la cual, más allá de generar valor económico, busca impulsar un impacto social y ambiental positivo.
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