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Neel Kashkari

Presentamos el comentario de la gestora de fondos AXA Investment Managers sobre la reunión del BCE que tendrá lugar este jueves. El economista jefe de AXA IM, Gilles Moëc, explica la visión de la gestora, destacando que el mercado empieza a contabilizar la posibilidad de un desfase entre la Fed y el BCE.

Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers

No se espera ninguna decisión del BCE esta semana. El mes pasado, Christine Lagarde había insinuado la posibilidad de actuar en junio, pero, por supuesto, el Consejo de Gobierno tendrá ocasión este jueves de informar sobre una "evaluación provisional" de la situación macroeconómica de la zona euro.  La decisión del Banco Central de revisar a la baja sus previsiones de inflación parece confirmada por el IPC de marzo: la desinflación continúa a un ritmo más rápido de lo que esperaba el mercado. Sin embargo, la resistencia de los precios de los servicios sigue siendo un punto delicado. El mensaje de las encuestas sobre el comportamiento futuro de los precios de las empresas y la todavía anémica demanda interna son, sin embargo, tranquilizadores en cuanto a la cantidad de presiones inflacionistas aún en ciernes. Parece que la economía europea se estabiliza por ahora a marchas forzadas. Es cierto que la velocidad adquirida en los salarios nominales, que contrasta con la ralentización de la inflación general, apoyará el poder adquisitivo, pero los vientos fiscales en contra se acumulan antes de que desaparezca el impacto del endurecimiento monetario. Seguimos pensando que el BCE no esperará a que la inflación converja plenamente al 2% y recortará en junio, aunque la Fed vacile.

La posibilidad de un desfase entre el BCE y la Reserva Federal es ahora el escenario de referencia del mercado

Aunque mantenemos el mes de junio también como escenario base para el primer recorte de la Reserva Federal, es innegable que los datos son menos favorables a una inversión de la política monetaria en EE.UU. que en la zona euro. La creación de empleo sigue siendo sólida y su aceleración desde el otoño del año pasado se confirmó de nuevo en la serie de nóminas de marzo. No obstante, observamos que el crecimiento salarial se ha estabilizado a un ritmo que, suponiendo que se mantengan los actuales aumentos de productividad, debería ser coherente con la vuelta a una inflación del 2%. Las sólidas condiciones de la oferta, impulsadas en particular por la gran inmigración neta, están contribuyendo a ello. Que el reciente "discurso de la Fed" se haya vuelto notablemente prudente tiene sentido, pero seguimos considerando como un escenario extremo las insinuaciones de [el presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel] Kashkari la semana pasada de "ningún recorte" en 2024. Sin embargo, que el BCE recorte antes que la Reserva Federal está totalmente dentro de nuestro "rango de verosimilitud". Observamos que el tipo de cambio del euro apenas se ha suavizado a pesar de la inversión de las expectativas del mercado sobre los diferenciales de los tipos de interés oficiales (todavía a principios de febrero el consenso apuntaba a más subidas por parte de la Fed que del BCE). Esto debería animar al BCE a tomar las decisiones adecuadas para la zona euro, independientemente de lo que haga finalmente la Fed”.

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Fuente de la imagen principal: depositphotos.com

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