Aunque una parte de mí se cuestiona hasta dónde puede caer el oro de forma realista, tras un terrible descenso desde su máximo de hace siete meses, sigo luchando por encontrar un argumento alcista convincente a corto plazo.
En algún momento, la inflación máxima y la fijación de precios de los tipos estarán a la vista, momento en el que los argumentos a favor del metal amarillo podrían mejorar.
Si quieres saber por qué pagamos la luz, la gasolina y los alimentos a precio de oro, tiene que cambiar la palabra crisis y la palabra guerra por la palabra especulación o la palabra corrupción y encuentras todas las respuestas:
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— ALFONSO (@52municipios) October 19, 2022
No hay mucho apetito alcista para el precio del oro
Pero, ¿alguien confía en que ya estemos ahí? Puede que no estemos muy lejos, pero, como se puede ver en el caso del oro, no hay mucho apetito alcista, lo que quizás sugiere que los operadores siguen viendo los picos de los tipos y la inflación con cautela. Mientras esto siga siendo así, el metal amarillo podría sufrir más presión con la próxima prueba de soporte -los 1.640 dólares se han derrumbado esta mañana- en torno a los 1.620 dólares, con 1.600 dólares por debajo de esa cifra interesante.
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