Pérdidas abultadas en las bolsas... En las economías avanzadas, los índices estadounidenses lideraron los descensos (S&P 500 –6% en diciembre y –20% anual), seguidos de los europeos (EuroStoxx50 –4% y –12%, respectivamente)

La Fed también apunta a más subidas, aunque los inversores lo ponen en duda. En una línea similar, la Reserva Federal subió los tipos de interés oficiales también en 50 p. b. hasta el intervalo 4,25%-4,50% y anunció más subidas durante 2023. En concreto, y de acuerdo con lo publicado en el gráfico de previsiones (dot plot), la mayoría de los miembros del FOMC estiman que será necesario subir los tipos oficiales 75 p. b. hasta el intervalo 5,00%-5,25%, ligeramente superior a lo esperado en septiembre y mucho mayor a lo previsto hace apenas un año.
????Rentabilidad anual del SP500 desde 1928.
— David Galán ???? (@DavidGalanBolsa) January 14, 2023
Por alguna extraña razón, aunque solo ha habido 3 años con caídas superiores al 30%,cada año hay legiones de analistas y expertos pronosticando que toca un año así, buscando la fama de que acertaron la caída. Alguna vez ocurre, pero...???????? pic.twitter.com/KUBa7SdNNE
De hecho, los mercados monetarios siguen cotizando que el ciclo de rebajas de tipos probablemente empezará en la segunda mitad del año. Por su parte, y a pesar del menor apetito por el riesgo, el dólar se mantuvo prácticamente plano en diciembre; frente al euro cotiza en torno al 1,06, el nivel más elevado desde verano y lejos de la paridad que caracterizó a los últimos meses. Mientras tanto, el yen japonés se apreció en el mes de forma notable tras la decisión inesperada del Banco de Japón de flexibilizar algunos de los parámetros de su política de control de la curva de tipos soberanos (yield curve control), con un incremento del límite superior aplicado a la rentabilidad del bono público con vencimiento a 10 años, desde el 0,25% hasta el 0,50%.
En este contexto, el rally otoñal experimentado por la renta variable fue perdiendo intensidad y los principales índices bursátiles finalizaron el año en negativo. En las economías avanzadas, los índices estadounidenses lideraron los descensos (S&P 500 –6% en diciembre y –20% anual), seguidos de los europeos (EuroStoxx50 –4% y –12%, respectivamente), donde la composición sectorial de los índices, más defensiva que en EE. UU. (es decir, menos sensible al ciclo económico), amortiguó las caídas del agregado anual. En las economías emergentes las pérdidas también fueron abultadas, con las bolsas chinas cediendo cerca de un 20%, en un contexto de menor crecimiento económico y deterioro de los flujos de inversión de las carteras extranjeras. De cara al nuevo año, el consenso de analistas prevé un menor crecimiento de los beneficios empresariales en EE. UU. y Europa, resultado del debilitamiento de la demanda agregada y la extensión de los tipos de interés restrictivos, aspecto que puede mermar el efecto positivo de la reapertura de China.