Luego de estar a la baja durante la mayoría del mes, los precios del crudo finalmente tuvieron un rebote esta semana.
En la prensa, se decía que era por temor a una desaceleración en la economía por la variante delta. Pero podría ser que eso sea un análisis demasiado superficial.
Durante el mismo período, el dólar cobró fuerza, sugiriendo otra explicación: El consenso ha sido que la Fed anunciaría su taper esta semana. Pero varios analistas ya están diciendo que probablemente sea después.
El dólar más débil durante los últimos días ha sido un factor en el precio del crudo.
El tema es geopolítico
Durante este mes, EEUU ha estado instando a la OPEP para que incrementen la producción, aduciendo temores a la oferta.
Sin embargo, la OPEP+ no lo ha hecho. Su último informe muestra un cumplimiento en un 109% de los recortes programados, entonces es poco probable que los miembros tengan interés por aumentar la producción.
Desde el punto de vista político interno, los precios más altos en el crudo es un problema para EEUU, y en particular la administración ante el alza de la inflación.
De acuerdo a la BLS, la gasolina por sí sola representa un 2,8% de la inflación anual. Que el precio del crudo sea el doble del año pasado, es un factor importante en el problema inflacionario.
Encontrado el equilibrio con los precios
Por otro lado, que suba la inflación indica que el precio real del crudo no es tan alto. El dólar ha tenido una pérdida de valor del 5,4% anualizado en dos oportunidades consecutivas, lo que acrecienta la demanda por commodities como el crudo.
El otro factor es que nos aproximamos al otoño, cuando hay una mayor demanda por calefacción, lo que ayuda al gas natural.
Muchas empresas compran en forma anticipada durante el verano, lo que podría ocasionar por fin un aumento en los inventarios.
Para dónde vamos
El último informe de la OPEP sigue pronosticando que el mercado del crudo será estrecho el próximo año.
Pero lo que podría ser una mala noticia para la administración de Biden es que bajaron sus proyecciones de la demanda hasta 27,4 millones de barriles por día.
Es poco probable que haya interés por subir la producción si se viene una caída en la demanda. Por otro lado, los inventarios siguen estando por debajo de su promedio.
El informe de empleo de septiembre (que se publica el primer viernes de octubre) está pronosticado a mostrar un aumento notorio en la contratación.
Esto implica un aumento en el consumo de gasolina, pues más estadounidenses irán a trabajar en sus autos. También es otra razón para que haya un alza transitoria en los inventarios ante la demanda que se anticipa el próximo mes.
Que haya preocupación en el corto plazo por posible incertidumbre podría pesar sobre el crudo.
Pero mientras siguen las expectativas de precios altos en el largo plazo, probablemente esas bajas sean transitorias en el mediano plazo. A no ser que el dólar logre un apoyo inesperado, por ejemplo, con un cambio en la política de la Fed.