Así que el precio del oro ha sido bastante movido últimamente. Y para hacer la situación más interesante, su comportamiento ha sido algo contraintuitivo.
Uno esperaría que luego de un evento masivo, con carga política que lleva a la incertidumbre como lo acontecido en el Capitolio estadounidense el 6 de enero, habría motivado la compra de oro. Pero el precio cayó por más de cien dólares por onza en los siguientes días.
Para entender mejor lo que pasa, hay que mirar la contraparte del precio: el dólar. Este también ha sido movido, pero en el sentido contrario. Y también ha tenido un comportamiento algo contraintuitivo. Veamos qué podría estar pasando.
Todo trata de los bonos
Como hemos explicado anteriormente, el precio del oro en el corto plazo frecuentemente depende más de los flujos en ETFs, que son la mayoría del mercado del oro. Estas personas tienen prioridades diferentes que las personas que invierten en oro para el largo plazo como un resguardo de valor.
Y desde luego el oro se cotiza en dólares. Así, si el dólar es más fuerte, baja el precio del oro y viceversa. La fortaleza del dólar se determina principalmente por las tasas de interés en el mercado de bonos.
La disponibilidad de dinero para que la gente compre ETFs de oro también es influenciado por el rendimiento de los bonos. Si los inversionistas están buscando cubrir sus posturas, o aprovechar una oportunidad de inversión, generalmente sacan fondos de sus reservas.
El oro tiende a ser una de las reservas más comunes en las carteras. Entonces, cuando hay un cambio en el mercado, es probable que el oro baje mientras la gente trata de capitalizar sobre el cambio.
¿Por qué el cambio en los rendimientos?
Como señalamos en la antesala a las elecciones, hay distintas estrategias de inversión dependiendo si ganaran los Demócratas o los Republicanos.
El 6 de enero se resolvió por fín todo lo relacionado con las elecciones, quedando el poder legislativo en manos Demócratas por un margen pequeño. Entonces hubo un cambio en los padrones de inversión, buscando capitalizar sobre el nuevo escenario.
Se mayor importancia, sin embargo, fue que varios miembros de la Fed salieron al día siguiente a decir que veían un aumento en las tasas antes de lo anticipado.
Combinado con la expectativa de mayor gasto gubernamental que impulsaría la inflación, subió el dólar. Al comprar bonos en dólares, se gana interés. Si compra oro… no. Una tasa de interés más alta implica que hay más incentivo por invertir en dólares que en oro.
El giro de la Fed
Ayer, varios oficiales de la Fed salieron a “aclarar” que no querían decir que la perspectiva de la Fed había cambiado. Pero parece que el mercado no lo encuentra tan creíble. Incluso si la Fed no quiere subir la tasa, la expectativa de que subirá la inflación por el gasto del gobierno igual empuja al alza el rendimiento de los bonos.
Lo que vimos entre el 6 y el 8 de enero (cuando el oro tomó esa excursión a la baja) fue un aumento sustancial en los rendimientos de los bonos entre 3 a 7 años.
Básicamente, los inversionistas antes veían que las tasas iban a subir en unos cinco años, y ahor creen que será en torno a los tres años. Probablemente el oro tenga dificultades para subir en el corto plazo a no ser que baje el rendimiento del bono de cinco años.