Los precios del petróleo bajan por tercer día consecutivo, y el WTI se acerca más a los 90 dólares por barril que a los 100 dólares. Quizás sea un giro sorprendente teniendo en cuenta la tensión que sigue existiendo en el mercado, pero también una señal más de que los inversores se están haciendo a la idea de una recesión en un futuro no muy lejano.
Ese sigue siendo el principal riesgo a la baja para los precios del crudo.
Aunque la caída de los precios supondrá un alivio para los que miran ansiosamente el precio en el surtidor cada vez que tienen que llenar el depósito de su coche, no ofrece un contexto prometedor para la próxima reunión de la OPEP+ dentro de dos semanas.
Sigue habiendo una gran tensión en el mercado, pero es menos probable que el grupo se ponga de acuerdo si el precio está por debajo de los 90 y los mercados prevén un menor crecimiento o una recesión, sobre todo si no estaba de acuerdo cuando estaba a 120 dólares. Así que supongo que nos dirigimos a la recesión o a precios más altos de nuevo. Oh, qué alegría.
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