Javier Blas cuestiona la validez de las proyecciones de la AIE sobre el techo del consumo de combustibles fósiles antes de 2030 y sugiere la probabilidad de un periodo sostenido de alta demanda

Javier Blas expresó su escepticismo respecto a las recientes proyecciones de la Agencia Internacional de Energía, cuestionando la precisión de sus predicciones acerca del punto máximo del consumo de combustibles fósiles antes de 2030. Plantea que el foco debería reposar más en la evolución de la demanda de energía en los años circundantes a este supuesto techo, y no en el techo per se. Señala la probabilidad de un prolongado periodo de demanda alta, una "meseta", incompatible con los objetivos de emisiones netas cero para 2050. Blas sugiere cautela y una evaluación crítica de las proyecciones, señalando la resistencia notable del carbón y la improbabilidad de una reducción significativa en la demanda global de petróleo para 2030, en el contexto de las actuales tendencias de crecimiento en el consumo de combustibles fósiles.
Javier Blas, un reconocido columnista de Bloomberg, expresó su escepticismo respecto a las recientes predicciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE). La AIE ha servido tradicionalmente como el estándar de referencia en cuanto a las estadísticas de oferta y demanda de energía a nivel mundial, pero también ha sido objeto de críticas por sus pronósticos a menudo inexactos. Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, anunció recientemente que la próxima edición del informe anual de la AIE, el World Energy Outlook, mostrará un cambio histórico con la demanda de carbón, petróleo y gas natural alcanzando su punto máximo antes de 2030.
Sin embargo, Blas pone de relieve que históricamente, la AIE ha subestimado el crecimiento de las energías renovables y ha cometido errores significativos en sus predicciones sobre el petróleo de esquisto y el consumo de carbón en China. Blas se muestra escéptico sobre el 'techo' del consumo de combustibles fósiles y enfatiza que, aunque el consumo máximo está más cerca que nunca, puede haber fluctuaciones significativas en la demanda después del punto máximo. El pronunciamiento de Birol alude a una transformación estructural en el consumo, pero también sugiere la posibilidad de incrementos en la demanda subsiguientes, lo que siembra dudas respecto al significado exacto del supuesto techo.
Más allá de esto, Blas argumenta que el interés principal no debería estar enfocado en el momento preciso en que se alcanzará este techo en el consumo de combustibles fósiles, sino en cómo se comportará y evolucionará la demanda en los años que rodean a este punto máximo. Para Blas, la creencia común de que después del máximo viene un declive abrupto es incorrecta; en cambio, sugiere que la demanda de combustibles fósiles podría mantenerse cerca de su máximo durante muchos años, quizás incluso décadas. Este prolongado "meseta" de consumo es incompatible con los objetivos de alcanzar emisiones netas cero para 2050.
En cuanto a los diferentes tipos de combustibles fósiles, Blas señala que el carbón ha mostrado una resistencia notable, con la demanda estabilizándose y luego comenzando a aumentar nuevamente después de lo que se pensó que era su punto máximo en 2013. En cuanto al petróleo, la demanda global necesita registrar una reducción significativa para 2030 para cumplir con los objetivos de emisiones netas cero. Blas considera esto altamente improbable dada la actual trayectoria de crecimiento en la demanda de petróleo, superando ya los 103 millones de barriles diarios y con expectativas de crecimiento continuo.
Blas subraya la necesidad de dirigir la atención hacia la discrepancia entre las tendencias de consumo actuales y los modelos propuestos para alcanzar emisiones netas cero, en lugar de concentrarse en la discusión sobre el momento exacto del techo de consumo. Sugiere una reflexión más profunda sobre las implicaciones a largo plazo de un descenso potencialmente lento en el consumo de combustibles fósiles, aconsejando cautela y reflexión crítica ante las proyecciones optimistas y alarmantes sobre el futuro energético del mundo.
COLUMN: Peak fossil fuels?
— Javier Blas (@JavierBlas) September 25, 2023
The amateur mountaineer in me sees a peak as the beginning of a frequently quite abrupt descent.⁰⁰But for oil, coal and gas, the post-peak fall may be gentle and slow, more akin to a high-altitude plateau.#OOTT | @Opinion https://t.co/gfOOME7cjb
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