El miedo a la variante Ómicron ha empujado a las autoridades chinas a decretar el confinamiento de decenas de millones de personas, incluida la capital financiera del país, Shanghái. La baja tasa de vacunación entre las personas de la tercera edad y la debilidad del sistema sanitario chino, hacen que se mantengan las duras restricciones aplicadas. El número de contagiados desde principios de marzo se ha incrementado exponencialmente.
¿Qué medidas incluye la política de covid cero?
• Restricciones de movimiento dentro del país.
• Los viajeros extranjeros con permiso para entrar en China son examinados y enviados a hoteles designados por el gobierno para una cuarentena obligatoria de al menos dos semanas.
• Se llevan a cabo programas regulares de pruebas covid en comunidades de vecinos. En caso de detectar algún positivo, los residentes pueden ser desalojados y enviados a instalaciones de cuarentena.
• Se han cerrado todos los negocios, excepto las tiendas de alimentación y otros proveedores esenciales.
• Las escuelas están cerradas y el transporte público está suspendido, con casi toda la circulación de vehículos prohibida. El descontento de los ciudadanos ha aumentado a raíz de estas prohibiciones y de la falta de alimentos y productos de primera necesidad. Pese al control férreo del gobierno chino, las redes sociales han servido de catalizador de las protestas ciudadanas. El protocolo impuesto por esta política de tolerancia cero al virus ha provocado que muchos niños sean separados de sus padres en los centros de cuarentena. Además, los trabajadores esenciales deben quedarse a dormir en su lugar de trabajo para evitar la circulación de personas.
China es en la actualidad el mayor exportador del mundo, siendo Estados Unidos y la Unión Europea sus principales socios importadores.
Es por ello que la estrategia impuesta por el gobierno de Pekín conocida como “covid cero”, continúa lastrando el comercio internacional y tensionando las cadenas de producción.
En Shanghái se han alcanzado récords de muertes diarias y en Pekín ya se empiezan a notificar un gran número de casos, lo que alerta a las autoridades de que el virus se expande hacia la capital. Shanghái cuenta con el puerto con mayor actividad del mundo. Este puerto distribuye más del 25% de las exportaciones de China y por sus instalaciones se movieron el año pasado alrededor de 47 millones de contenedores. Como es lógico, la paralización de la ciudad afecta a la correcta operativa del puerto.
Con esto, el tiempo de espera para cargar y descargar mercancías se ha duplicado, pasando de 6 días en enero a 12 días en marzo. 6,6 10,5 12,2 0 2 4 6 8 10 12 14 Enero Febrero Marzo Días de espera en el puerto de Shanghái Actualmente, se estima que el puerto está operando a un 25% de su capacidad, por lo que el margen de mejora es excepcional. La continuación de las medidas draconianas para contener el virus seguirán añadiendo presión a las cadenas de suministro e inflación.
Con todo, la reapertura de la actividad parece inevitable teniendo en cuenta el comportamiento del virus estos meses atrás, por lo que podemos esperar una mejora progresiva.