Unas palabras acerca de la inflación

Entre los inversores del mercado de divisas hay una evidente clasificación en dos grupos. El primero de ellos, creado por puristas técnicos, se basa en la creencia de que para un juego rentable en el mercado de divisas, todo lo que necesita un trader es un dominio perfecto del análisis técnico y acompañado de la experiencia. Esta idea asume que toda la información que afecta la valoración del par de divisas ya está incluida en el precio. Para que esto suceda, debemos asumir que el mercado financiero es totalmente eficaz; una situación que podríamos considerar muy práctica, pero que realmente no es posible. La llamada fuerte hipótesis de la eficiencia de los mercados financieros es internamente contradictoria, como ya lo demostró en los años ochenta Joseph Stiglitz. Yo, personalmente, prefiero un enfoque mixto que fusione simultáneamente el enfoque técnico y un análisis de factores fundamentales.
Si bien el análisis fundamental de una empresa individual cuyas acciones queremos comprar es relativamente sencillo, ¿qué pasa con el análisis fundamental de toda la economía? Al observar cualquier calendario macroeconómico, notaremos una gran cantidad de publicaciones de diversos indicadores, cifras o discursos de gobernadores de bancos centrales o políticos más importantes. ¿En qué debemos centrarnos?
Por norma general, las tasas de interés vigentes en los países concretos son el centro de interés de los usuarios del mercado de divisas. El hecho de aprovechar la diferencia de las tasas de interés entre dos divisas se denomina carry trade. Se trata de pedir prestado (venta) una divisa de bajo interés (pagaremos dichos interesas sobre el capital prestado) y asignar el capital prestado (compra) en forma de una divisa con una tasa de interés más alta (aquella a la que pagaremos intereses). La diferencia entre dichas tasas de interés será nuestra fuente de ingresos (estoy excluyendo las diferencias entre los precios de los pares de divisas que puedan ir surgiendo y que son objeto de esta estrategia).
Cuando reflexionamos sobre lo que impulsa a los bancos centrales a fijar un nivel de las tasas de interés u otro, uno debería empezar preguntándose con qué finalidad se creó la institución del banco central. En primer lugar, fue creada para dar servicio al sistema bancario de la economía moderna y para dirigir la política monetaria actual del estado. El banco central también es responsable de emitir dinero y actúa como banco de última instancia. Cuando nos fijamos en los objetivos estatutarios de la mayoría de los bancos centrales existentes, también encontramos allí una formulación cuyo fin es mantener un buen nivel de inflación en un país dado. Resumiendo, el banco central es indirectamente responsable del nivel de inflación en la economía.
La herramienta que se emplea para controlar la tasa de inflación es, entre otras cosas, el nivel de las tasas de interés. Llegando a lo esencial del asunto, aunque el enfoque de cada inversor (especialmente institucional) es la diferencia en las tasas de interés entre dos divisas, podremos predecir los posibles cambios en las tasas de interés mediante la tasa de inflación.