La elevada inflación y los tipos altos van dejando claras huellas a su paso. El consumo privado encadena dos trimestres consecutivos de retrocesos e indicadores de más alta frecuencia, como nuestro indicador interno basado en la evolución del gasto en tarjetas, no dan señales de una clara mejora en el horizonte más cercano. En 2022, el aumento de los precios propició un fuerte aumento del gasto.
El consumo privado en términos nominales creció más del 10%, en comparación con un crecimiento más moderado del 3,6% en la renta bruta disponible
Consecuentemente, la tasa de ahorro disminuyó de un 13,7% en 2021 al 7,2% en 2022. Ante una tasa de ahorro acercándose a su promedio histórico (6,7% entre 2014 y 2019), el consumo en 2023 podría estar más estrechamente vinculado al crecimiento de la renta disponible.
Sin embargo, aunque esperamos que la renta disponible crezca a una tasa superior, cerca del 4,5%, gracias al repunte del crecimiento salarial y al buen comportamiento previsto del empleo, también proyectamos que la inflación seguirá siendo alta, del 3,9%. Esto limitará el crecimiento del consumo en términos reales. Del mismo modo, la inversión también está acusando el encarecimiento del crédito y ha dado muestras de debilidad desde la primavera del 2022.
- La mayor tasa de paro de la OCDE, 12,4%
— Daniel Lacalle (@dlacalle) June 10, 2023
- La inflación acumulada desde 2019 en un 15%
- La deuda no bajará del 109,9% sobre el PIB en 2024
- El 55% del empleo “creado” desde el 4T de 2019 es público
La economía española va como una moto… averiadahttps://t.co/0liCHynknz
Gráfico con los datos del desglose de la revisión de la previsión del crecimiento del PIB en 2023
Si bien los fondos europeos seguirán actuando de apoyo, prevemos que la inversión mantenga una evolución moderada a lo largo de 2023.
Perspectivas
En conjunto, el 2023 se antoja como un año plagado de retos. Estamos en un año en el que la economía seguirá sufriendo el embate de la elevada inflación y el impacto del aumento de los tipos de interés, pero también podrá gozar de elementos de apoyo. En particular, destacamos el impulso derivado del práctico desvanecimiento del shock energético, el buen comportamiento del sector exterior, fruto del margen de recuperación que aún presentan los sectores que fueron más expuestos a la pandemia, y la contribución de los fondos europeos.
Una vez incorporamos toda la información, prevemos que el PIB crezca un 2,0% en el conjunto de 2023, lo que supone una revisión al alza de 0,7 p. p. respecto a nuestra previsión anterior
Tal y como muestra el gráfico, esta revisión se explica, en gran parte, por la mejora de los datos del segundo tramo de 2022 y por la caída de los precios de la energía que ha tenido reflejo en un buen comportamiento de la economía en el 1T 2023. El supuesto de ejecución de los fondos europeos ha limitado el alcance de la revisión, al incorporar ahora un grado de ejecución algo más conservador. Con todo, la contribución de los fondos NGEU se mantendrá muy significativa y aportará 0,7 p. p. al crecimiento anual del PIB. Por su parte, prevemos que la mayor persistencia de unos tipos de interés elevados tenga un impacto aún moderado en 2023 y que se note con mayor intensidad en el 2024.