El sentimiento del inversor es un fuerte impulsor del mercado y a su vez muestra el por que los sistemas de seguimiento de tendencia son tan efectivos. El ansia por el riesgo influye en gran medida en el sentimiento de los traders al igual que su visión del mercado, lo cual modifica lo referente al equilibrio entre compradores y vendedores. En los mercados de valores, al momento que los inversores experimentan aversión en referencia al riego, estos inmediatamente proceden a deshacerse de sus acciones y tratan de buscar activos denominados como refugio seguro, como el oro, el franco suizo o el yen japonés.
Uno de los mayores errores que comete la gente es intentar forzarse a tener interés por algo. Tú no eliges tus pasiones; tus pasiones te eligen a ti...
Tengamos presente que el sentimiento de los inversores cambia continuamente y realiza sus movimientos en ciclos. En referencia al mercado de valores podemos divisar que el sentimiento es medido por el múltiplo de beneficios por precio (PE=precio de la acción / beneficios por acción). Al momento que los inversores muestran confianza en referencia al porvenir, están dispuestos a pagar más por cada dólar de ganancias, por ende, el valor de las acciones sube y el múltiplo de PE asciende.
Esto es debido a que la totalidad de los humanos son emocionales. Al momento que el miedo hace presencia, la gente pone a un lado los mercados de mayor riesgo y se lleva su capital a los activos refugio para aguardar tiempos más estables. Al divisar confianza por parte de los inversores, la disponibilidad de inversión en mercados de mayor riesgo se hace presente.
Por ende, incluso si el factor de las fundamentales está en contra, los mercados pueden moverse en tendencia, ya se trate de ascenso o descenso, teniendo en cuenta que el sentimiento del inversor va a mejor o peor. Lo cual desemboca, por ejemplo, en un mercado de tendencia ascendente ya que las personas en el ámbito colectivo disponen de una mayor confianza. Al momento de ocurrir cambios en referencia a la confianza en el mercado podemos divisar variaciones en la acción del precio. Lo cual puede desarrollar grandes tendencias en el mercado, como las vistas en el mercado de valores de Estados Unidos hasta el año 2000, al momento de producirse un ascenso masivo el cual no ha sido divisado en décadas, antes del estallido de la burbuja tecnológica.
Los inversores cambian de opinión sin previo aviso, siendo dichos cambios en referencia al sentimiento los implicados en los movimientos en el mercado que no pueden ser pronosticados por los principios del análisis técnico o el análisis fundamental.
El hombre que no tiene imaginación no tiene alas. Deseo hacerlo porque me da la gana...
Al momento que vemos una significativa mejora en cuanto al sentimiento del mercado, los inversores aumentan su entusiasmo gradualmente al divisar que las cosas van cada vez mejor. Teniendo en cuenta dichas mejoras, los inversores (que normalmente no son tan brillantes y proyectan las cosas linealmente) mantienen la esperanza en que las cosas continúen con su buen funcionamiento. Teniendo en cuenta que estos esperan que todo continúe así, mantienen la disposición de pagar más y continúan incrementando sus inversiones de manera gradual en el mercado (un buen ejemplo es “Bitcoin”). Al momento que vemos un aumento en el precio, más inversores detectan que algo está ocurriendo y teniendo en cuenta la avaricia (para acumular beneficios) y a su vez el miedo (a no aprovechar la tendencia), estos inversores realizan operaciones de compra dando aun mas empujón al precio, lo cual dirige en aumento la atención de los inversores hacia el mercado.
Con más detalle; esto quiere decir que un mercado puede desarrollar una tendencia significativa producida por el mero cambio en el sentimiento de los inversores en referencia a la posibilidad de acumular beneficios ofrecidos.
El seguimiento de tendencia permite capturar una gran parte de los grandes movimientos de precios que ocurren cuando el sentimiento del inversor cambia de esta manera.