La semana pasada, el índice del dólar estadounidense cayó a su nivel más bajo desde comienzos del 2018, y continuó esa tendencia en las primeras horas de operaciones este año. Está bien por debajo de su nivel pre-covid, y empezó a acelerar en el cuarto trimestre.
Tiene sentido que haya un dólar más débil, pues cunde el optimismo en los mercados, particularmente con la llegada de las vacunas.
Desde luego hay más sucediendo debajo de la superficie que la lógica sencilla, y este año va a ser muy distinto al año pasado. ¿Qué podría pasar?
Crece el castillo de naipes
El año pasado marcó la expansión más grande de la historia de la base monetaria estadounidense. Hoy hay casi 50% más dólares en circulación de lo que había hace un año. La economía, sin embargo, se achicó en un 3,6% se estima. Si hay mucho más dinero y una economía más pequeña, es una receta para que el dinero valga menos. Además, compare con la zona euro donde la base monetaria aumentó un poquito más de un 10% en el mismo período.
Aunque cabe notar que el Fed se anticipó con su emisión, concentrándola en marzo y abril, para luego mantenerse en ese nivel relativamente estable. El BCE hizo una expansión mucho más lenta, y se espera que continúe en la emisión.
Estimulando la inflación
Independiente si el actual debate por aumentar a US$2.000 los cheques de estímulo llegue a puerto antes del 20, los Demócratas ya se han comprometido a impulsar otra medida más grande una vez que Biden llegue a la Casa Blanca. Implica más emisión de deuda.
Los flujos hacia el mercado de bonos están en niveles históricamente bajos, porque los rendimientos tan bajos hacen que no sea una inversión interesante. Entonces, se espera que la Fed aumente su función de comprar deuda gubernamental, implicando más expansión de la base monetaria.
¿Para dónde va todo este dinero? Pues, una parte sustancial va para gastos de consumo, mucho del cual es importado. El déficit comercial de EEUU expandió un 37% desde el inicio de la pandemia. La economía estadounidense vende más de US$60 mil millones al mes para mantener la demanda por bienes. Es el déficit más grande desde el 2008.
Está desapareciendo el alivio
Cuando ocurrió la mayor expansión de la base monetaria a inicios de la pandemia, el ratio de ahorro en EEUU subió sobre el 30%. Desde entonces cayó precipitadamente para estar en sólo
13% en noviembre. Se espera que siga cayendo en los próximos meses, aproximándose a niveles pre-pandemia en torno al 8%. Lo que significa que a medida que crece la confianza entre los consumidores, tendrán más dinero para gastar, incrementando la cantidad de circulante, y la demanda por bienes extranjeros.
Desde luego todo lo anterior se basa en la idea de que el programa de vacunas será según el plan, y se restablezca la economía para mediados del año. Pero ya vemos señales de que la colocación de vacunas no es tan rápido como se esperaba.
El optimismo de la alegría de los feriados podría desvanecerse – especialmente cuando llega una dosis de realidad con el inicio de la temporada de informes corporativos que comienza en menos de dos semanas.