En línea con el menor ahorro acumulado el pasado año, la adquisición neta de activos financieros por parte de los hogares también se redujo, hasta 44.982 millones de euros, desde 76.356 millones el año anterior; no obstante, dicha cifra superó ampliamente los registros prepandémicos (promedio de 18.655 millones en 2015-2019).
Los hogares adquirieron activos, fundamentalmente, aumentando sus depósitos bancarios (+46.448 millones, frente a los 18.898 millones de promedio en 2015-2019); en cambio, desinvirtieron en seguros y fondos de pensiones (–7.836 millones) y en fondos de inversión (FI) y participaciones en capital (–3.730 millones).
La adquisición de activos se vio neutralizada por la intensa revalorización negativa de los mismos (–45.447 millones de euros), de modo que el stock de activos financieros brutos de los hogares se redujo ligeramente, en 1.281 millones de euros, hasta 2,726 billones;3 esta cantidad equivale al 205,4% del PIB, muy por debajo del dato de 2021 (226% del PIB).
En cuanto a la estructura de esta riqueza, sigue dominada por las participaciones en capital y FI, cuyo peso se estabilizó en el 44,7% del total; por detrás, se sitúan los depósitos bancarios, que ganan protagonismo y aumentan su peso hasta el 37,4%, 2 puntos más que el año anterior y el mayor porcentaje desde 2013. Por el contrario, seguros y fondos de pensiones reducen su peso hasta mínimos desde 1998 (12,2% del total, 2 puntos menos que en 2021).
Esa gestión de Sánchez y Podemos...
— Daniel Lacalle (@dlacalle) May 5, 2023
Seguimos un 2,4 % por debajo de 2019 en PIB per cápita real.
España es uno de los tres países de toda la UE que decrece, y lo hace más que nadie.https://t.co/jxcM8Ee0CZ
Respecto a la situación prepandémica en 2019, la riqueza financiera bruta de los hogares ha aumentado en 281.300 millones de euros, en buena parte impulsada por el elevado ahorro acumulado por las familias durante la pandemia
Parece una cifra elevada, pero hay que tener en cuenta que nos encontramos en un contexto inflacionista en el que el aumento de los precios ha erosionado el valor de los activos en términos reales. En concreto, la inflación acumulada entre finales de 2019 y 2022 ha sido del 12,0%, por encima del crecimiento del stock de activos financieros (+11,5%). Por otro lado, las familias continuaron desapalancándose en 2022 y, al cierre del año, la deuda de los hogares se situó en el 53,0% del PIB; se trata de un registro menor al de 2021 (58,4%), influido por un efecto denominador, gracias al crecimiento del PIB en 2022, y la ratio más baja desde 2002.
En el conjunto de 2022, las familias contrataron préstamos bancarios por importe de 2.822 millones de euros, un flujo muy inferior al de 2021 (6.807 millones); además, se observa un cambio de tendencia en la segunda mitad de 2022, en línea con las subidas de tipos: en el primer semestre, la contratación neta de préstamos ascendió a 14.755 millones, mientras que, en el segundo semestre, se produjo una amortización neta por valor de 11.900 millones. Debido a la caída de los activos financieros en porcentaje del PIB en 2022, muy superior a la de los pasivos,5 se produjo una contracción de la posición financiera neta de las familias, de 15 puntos respecto a 2021, hasta el 147,6% del PIB; una ratio que, en todo caso, supera notablemente la registrada en 2019 (135,5%).