Radiografía de la tensión del mercado laboral estadounidense... ¿Shock de oferta o shock de demanda en el mercado laboral? Contamos con una menor inmigración y reducción en la tasa de participación laboral

La tasa de desempleo en EE. UU. se situó en enero en el 3,4%, una cota no vista desde los años sesenta, y la creación de empleo en el mismo mes fue de más de 500.000 puestos de trabajo, un ritmo dos veces mayor que el promedio observado entre 2015 y principios de 2020. Asimismo, según los datos disponibles hasta diciembre, en EE. UU. hay 1,9 vacantes de empleo por cada persona desempleada, una ratio muy superior al promedio histórico de 0,65 y que da cuenta de cuán tensionado está el mercado laboral de la mayor economía del mundo.
Cuando decimos que hay un tensionamiento en el mercado laboral nos referimos a que hay muchas más empresas queriendo contratar a trabajadores que personas buscando empleo. La primera pregunta, pues, que debemos hacernos es si este tensionamiento tras la pandemia se ha producido por un aumento de la demanda de empleo (más empresas queriendo contratar) o por una caída de la oferta (menos trabajadores). La suma del total de empleados más las vacantes disponibles, que sería un indicador de la demanda total de empleo, no se encuentra muy lejos de su tendencia histórica, lo que nos sugiere que no estamos ante un shock de demanda.
ÚLTIMA HORA: La economía estadounidense volvió a superar la expectativa sobre la creación de empleos en febrero, lo que muestra que el mercado laboral aún sigue fuertehttps://t.co/Y3GToq5mhD
— CNN en Español (@CNNEE) March 10, 2023
El primer elemento explicaría aproximadamente 1,2 de los 4,5 millones de trabajadores menos, pues desde inicios de 2019 se observa en los datos un cambio en la tendencia de población nacida fuera de EE. UU. que busca trabajo en el país. De haberse mantenido la tendencia de crecimiento observada entre 2015 y 2019 de este segmento de población, habría a finales de 2022 algo más de 47 millones de personas nacidas fuera de EE. UU. con más de 16 años, en vez de los 45,9 que reportó el BLS en enero. El segundo elemento es la menor tasa de participación laboral, esto es, una caída de la gente de más de 16 años que trabaja o que desearía trabajar, desde el 63,3% previo a la pandemia al 62,4% registrado en enero, lo que equivaldría a unos 2,7 millones menos de trabajadores.