Los ingresos recaudados en concepto de IMI e IMT son una fuente muy significativa de financiación para los municipios. En los últimos cinco años, la recaudación de estos dos impuestos aumentó, en conjunto, cerca del 38%, un crecimiento especialmente relevante en el caso del IMT (98,5%) (véase el segundo gráfico). Este comportamiento se refleja en la modificación de la estructura de los ingresos fiscales de las Administraciones locales; mientras que, en 2017, el IMI representaba cerca del 50% de los ingresos fiscales, en 2022 su participación bajó al 38%.
En sentido contrario, el IMT pasó de tener un peso del 29% en 2017 hasta el 44% el año pasado, tal como puede observarse en el tercer gráfico
Tal como está concebido el IMT, el importe recaudado depende del importe del valor total de las transacciones realizadas, afectado a su vez por el valor medio de cada operación así como del número de transacciones, una relación que se representa en el último gráfico. Así, una variación del 1% en el importe de las transacciones generó, en 2022, cerca de un 1,7% de aumento de los ingresos por el IMT (mientras que en 2017 fue del 1,0%).
Esta relación con el mercado inmobiliario residencial no se da con los ingresos del IMI, ya que dicho impuesto depende del número de viviendas existente y del valor patrimonial tributario, y no de operaciones que se lleven a cabo
No obstante, hay que tener presente que el importe de los ingresos por el IMT depende también de otros factores que no se analizan en este artículo, como la modificación de los tipos o la regulación. Todavía no disponemos de datos sobre la ejecución presupuestaria por municipios en 2022, pero, de acuerdo con las cuentas de 2021, se percibe que hay ayuntamientos que dependen más de los ingresos por el IMI y el IMT que otros. Por ejemplo, dentro del área metropolitana de Lisboa, estos ingresos representaban cerca del 30% de los ingresos totales de Sintra, una cifra que alcanza casi el 50% en Cascáis.
A su vez, en el área metropolitana de Oporto, mientras que en Gondomar estos ingresos alcanzan un porcentaje de cerca del 24%, en Vila Nova de Gaia representan en torno al 40%
Nuestras perspectivas para el mercado inmobiliario residencial en Portugal en 2023 apuntan a una ligera corrección de los precios de las viviendas y a un ajuste más fuerte en el caso de las transacciones. En este contexto, es posible que los ingresos por el IMT disminuyan en 2023, pero estimamos que continuará en unos niveles superiores a los de antes de la pandemia, por lo que, si el resto de los factores se mantienen inalterados, no parece que vaya a ser un problema para la financiación de los municipios.