Luego del ajuste de comienzo de año en los mercados, el apetito por el riesgo ha decaído un poco. Las bolsas están bajo presión y el dólar se fortalece.
Generalmente se atribuye eso a un incremento en los temores en torno a la distribución de la vacuna covid, implicando que los confinamientos podrían durar por más de lo anticipado.
Ahora que los economistas vaticinan otra ronda de problemas económicas, ha vuelto la especulación de los bancos centrales podrían hacer algo.
Hasta recién, el consenso era que las tasas hiban a mantener hasta que se haya establecido con seguridad la recuperación.
¿Microrecorte para Canadá?
Primero el miércoles está la decisión sobre la tasa de interés del Banco de Canadá. En noviembre el Gobernador Macklem sugirió que era posible otro recorte.
Dado que el banco no quiere experimentar con tasas negativas, implica un recorte de 10 puntos al estilo australiano. Sin embargo, el consenso entre los economistas es que el BOC mantendrá sin cambios la tasa y la política. Se argumenta que aún es temprano, pues no ha aumentado la compra de activos.
Donde podría haber algo de movimiento es con la actualización de las proyecciones para el año. Luego de volver a los confinamientos, se espera que habrá una reducción de las proyecciones por lo menos para el primer trimestre.
El banco de Japón sigue a la defensiva
El BOJ ya estaba en modo de estímulo incluso antes de la pandemia, entonces ya se cree que han acabado sus municiones, a pesar de que el Banco insiste en lo contrario.
Ya tienen tasas negativas, control de la curva de rendimiento y compra de activos, entonces no se espera grandes cambios en la política del BOJ.
Como de costumbre, el enfoque será en la extendida conferencia de prensa del gobernador Kuroda, pues los periodistas tratarán de extraer alguna información sobre las proyecciones. Estas se actualizarán en la sesión de marzo, y hay un consenso unánime de que todo quedará tal cual hasta entonces.
El BCE hace sin hacer
Luego de extender su política en la reunión de diciembre, parece ser un buen momento para que el BCE mantenga su postura para ver qué pasará.
El banco común fijó una trayectoria para su política hasta principios del 2022, y se cree que no habrá cambios significativos. Los temas pendientes son un Euro más fuerte y la amenaza de inflación, pero eso no se manifestará hasta mucho más allá en la distribución de las vacunas.
Donde podría haber algo de movimiento es durante la conferencia de prensa, pues la Presidente Lagarde se está ganando una reputación de, digamos, retos comunicacionales.
La reunión se dará en el contexto de la situación delicada en Italia y la continuación de las discusiones post-Brexit. Y bueno, no sabemos qué dirá la Presidente que aclarará después de que el mercado vaya de excursiones.