Tres grandes dinámicas han caracterizado el desempeño de la economía internacional desde principios de año. En primer lugar, los precios energéticos se han destensionado y se han estabilizado en cotas mucho más bajas de lo temido hace unos meses, aunque todavía por encima de sus niveles prepandemia.
En segundo lugar, los indicadores han exhibido resiliencia por el lado de la actividad y una evolución mixta por el lado de la inflación, con descensos acusados en la inflación general pero una persistencia no desdeñable en los componentes más inerciales
Por estos motivos, y como tercera gran dinámica del año, los principales bancos centrales se han visto empujados a seguir endureciendo su política monetaria. Además de las subidas de tipos, en 2023 las condiciones financieras también se han tensionado tras la caída del Silicon Valley Bank (SVB) en EE. UU. y sus reverberaciones en los mercados financieros globales.
"La economía española va como una moto"
— Daniel Lacalle (@dlacalle) June 8, 2023
- La OCDE deja a España como la última en recuperar el PIB de 2019.
- La mayor tasa de paro de toda la OCDE.
- Inflación acumulada desde 2019 15% y estimada superior a la media.
- Deuda PIB 110%. #LaMejorEspaña para el sanchismo... pic.twitter.com/HlWzzzvgnD
Gráfico con los datos de almacenamiento de gas
En conjunto, todos estos acontecimientos nos han llevado a reevaluar las perspectivas para la economía internacional y los mercados financieros
Distensión energética 2023 empezó con unos precios de la energía mucho menos tensionados de lo que se temía inicialmente, y este panorama se ha ido confirmando a lo largo de la primavera. En el mercado del gas, Europa consiguió superar el invierno sin contratiempos, gracias a unos niveles de reservas elevados y unas políticas efectivas de contención de la demanda y de la volatilidad de los precios, todo ello acompañado por un invierno más templado de lo habitual. Así, en mayo, los mercados de futuros cotizaban un precio del gas TTF de unos 50 €/MWh en promedio para el conjunto de 2023 y 2024.
Estos niveles, sustancialmente inferiores a los más de 100 euros previstos a principios de año, ofrecerán algo de alivio a la actividad económica en los próximos trimestres
Por su parte, el mercado de petróleo ha vivido unos meses más volátiles, con el barril de Brent fluctuando entre los 70 dólares (en momentos en los que el mercado se veía dominado por temores a un enfriamiento global) y casi los 90 dólares (cuando a las señales de una rápida reactivación de la economía china se le sumaron unos nuevos recortes en la producción de la OPEP). Esta volatilidad, junto con la perspectiva de una segunda mitad del año en la que el reimpulso de China pueda notarse más en el precio de las materias primas, nos lleva a mantener una previsión del barril de Brent alrededor de los 85 dólares (80 euros) para 2023.