Los últimos datos sobre posición patrimonial de los hogares muestran un incremento tanto en la tasa de ahorro como en la ratio de endeudamiento durante 2020, mientras que la renta de los hogares experimentó un leve descenso.
El aumento de la tasa de ahorro, que pasó del 6,3 % de su renta bruta disponible (RBD) a finales de 2019 hasta el 14,8 % en 2020, tiene su origen tanto en un motivo de precaución de los hogares en un contexto de crisis y un elevado nivel de incertidumbre frente a la magnitud y consecuencias de las distintas olas de la pandemia y del proceso de vacunación, como en la imposibilidad de materializar algunas decisiones de consumo por las restricciones a la movilidad y a la actividad.
La incapacidad de España para alcanzar el PIB per cápita de los países integrados en la Eurozona
— Invertia (@Invertia) May 21, 2023
La opinión de @BernaldoDQuiros
A pesar de haberse doblado, la tasa de los hogares españoles sigue siendo inferior a la media de la zona euro, que también aumentó, pero en menor medida, hasta situarse en el 19,6 % de la RBD
En relación con la ratio de endeudamiento, se produjo un aumento a lo largo del año de casi 6 p.p., después de más de 10 años de descensos ininterrumpidos, hasta alcanzar el 67,5 % del PIB. No obstante, cabe mencionar que en términos absolutos el nivel de deuda experimentó una ligera reducción del 1,3 % y se situó prácticamente en los 757.000 millones de euros a finales del ejercicio. La riqueza neta de los hogares, que se había incrementado más de un 4 % en 2019, se mantuvo prácticamente constante en términos monetarios en 2020, pues el descenso del saldo de los activos financieros se vio compensado por el aumento del de los activos inmobiliarios. No obstante, en términos relativos (en relación con el PIB), se produjo un incremento durante 2020 desde el 570 % hasta el 638 %. Las inversiones financieras netas de los hogares se incrementaron durante el año gracias, en gran parte, a la acumulación de ahorro anteriormente mencionado. De esta forma, se situaron en el 6,9 % del PIB en 2020 (3,0 % en 2019), alcanzando así la mayor cifra desde 2006. Por clase de activo, continuó la inversión en medios de pago (9,2 % del PIB), con importes más elevados que en años previos, y la desinversión en depósitos a plazo y valores de renta fija (2,5 % del PIB). Los hogares también invirtieron en participaciones en fondos de inversión siguiendo la tendencia iniciada en 2012, a pesar del comportamiento negativo de los mercados durante la primera mitad del año. En total, invirtieron en estos productos un volumen de recursos equivalente al 0,9 % del PIB (0,4 % en 2019).