Las primas de riesgo de crédito de los emisores españoles mostraron una evolución similar a la de los rendimientos, con ascensos en marzo y abril y descensos con posterioridad. La prima de riesgo soberano —medida como la diferencia entre la rentabilidad del bono soberano español y el alemán a 10 años— finalizó el año en 63 p.b., una cifra inferior tanto al máximo alcanzado en abril (156 p.b.) como a la cifra de cierre de 2019 (66 p.b.). Las primas de riesgo de los subsectores privados de la economía también descendieron tras los repuntes iniciales, apoyadas en las medidas del BCE —que inciden especialmente en las entidades financieras—, pero no igualaron los niveles de cierre de 2019.
Así, la media de los CDS de las entidades financieras españolas se situaba a finales de diciembre en 76 p.b. (65 p.b. al final de 2019), lejos de los 142 p.b. de mediados de marzo, y la de las compañías no financieras se situaba en las mismas fechas en 59 p.b. (52 p.b. a finales de 2019 y 126 p.b. en marzo). A corto plazo, el comportamiento de las primas de riesgo de las compañías sigue condicionado por la evolución de la pandemia y su repercusión en el ritmo de la recuperación económica.
???? El BCE estrecha la vigilancia de la liquidez bancaria y podría elevar sus exigencias.
— Economistas Contables (@EContables) May 21, 2023
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Gráfico con los datos de la prima de riesgo de los emisores españoles
Gráfico de las cotizaciones de la deuda del Estado y porcentaje de deuda en manos de no residentes
Las emisiones de renta fija registradas en la CNMV se incrementaron de forma notable en 2020 debido, sobre todo, a las emisiones que efectuaron las entidades financieras de aquellos valores que les permiten obtener liquidez con facilidad —principalmente titulizaciones— para hacer frente a la situación ocasionada por el COVID-19, y que se vieron favorecidas por las buenas condiciones de financiación en los mercados.
Estas emisiones se situaron en 132.111 millones de euros, un 47 % más que en 2019, destacando los incrementos producidos en los bonos de titulización, que prácticamente doblaron su importe emitido hasta los 36.281 millones, y en tipos específicos de instrumentos como, por ejemplo, las cédulas territoriales, cuyo importe se multiplicó por 6, hasta alcanzar los 9.150 millones (1.300 millones en 2019). Por el contrario, las emisiones de deuda efectuadas en el exterior, aunque cuantiosas, disminuyeron un 10,1 % hasta los 90.201 millones de euros, por debajo de las registradas en la CNMV.