Las políticas fiscales que se adopten para aliviar la crisis actual han de diseñarse de manera que interfieran lo menos posible con el objetivo de los bancos centrales

En ese sentido, y en línea con lo publicado por el FMI en su Monitor Fiscal, las políticas fiscales que se adopten para aliviar la crisis actual han de diseñarse de manera que interfieran lo menos posible con el objetivo de los bancos centrales, a la vez que tengan en cuenta las vulnerabilidades derivadas de las abultadas deudas públicas.
El contexto económico global no da respiro. La guerra y los cambios en las condiciones financieras internacionales, que se han vuelto muy restrictivas producto de la suba de tasas de los principales bancos centrales, son fenómenos que impactan de lleno en la economía argentina.
— Carlos Heller (@CarlosHeller) November 27, 2022
Entre los países del euro, Italia se mantiene en el radar de los inversores, al encontrarse en pleno proceso de formación de Gobierno tras la contundente victoria de la coalición de derechas, liderada por la formación de Giorgia Meloni. Y es que el nuevo Ejecutivo hereda una situación económica bastante complicada: Italia es, junto con Alemania, una de las más afectadas por el corte de gas ruso.
En ese sentido, la Administración de Meloni se enfrenta al reto de instrumentar medidas que alivien el creciente malestar social, pero que al mismo tiempo aseguren la estabilidad de las cuentas fiscales para lograr que la deuda pública, en el 150% del PIB en 2021, dibuje una senda descendente en los próximos años. También debe mantenerse al día en la agenda de reformas pactada por la UE para seguir recibiendo los fondos comunitarios e, implícitamente, la protección del BCE vía su instrumento antifragmentación TPI, si fuese necesario.