La tasa de inflación subyacente cayó 1 décima con respecto a febrero, frenando su escalada ininterrumpida de los últimos cuatro meses. Si se analiza con algo más de detalle el dato, el mensaje es relativamente positivo. Concretamente, el IPC subyacente creció un 0,7% intermensual, cuando la variación mensual promedio de los marzos de 2017-2019 fue del 0,5%, una desviación mucho menor de la que observamos hace un mes (+0,7% intermensual vs. tasa promedio de los febreros en el 0,1%).
Con estos datos y a falta del desglose por componentes, nuestra previsión de inflación general para 2023 (4,2% anual) muestra riesgos a la baja debido al ajuste de los precios de la energía que se ha producido los últimos meses
Por el contrario, la previsión de la inflación subyacente (5,8% anual) mantiene riesgos al alza, debido a la mayor persistencia en el aumento de los precios de los alimentos elaborados. Mantenemos que, en el contexto actual, la incertidumbre asociada a cualquier previsión de inflación sigue siendo muy elevada.
La inflación en Argentina superó el 100%, algo que no se veía desde 1991https://t.co/mCQ1VccNkt
— CNN en Español (@CNNEE) April 23, 2023
La inflación general cayó con fuerza en marzo, colocándose en el 3,3% (6,0% en febrero), según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE
Esta caída se debió al importante efecto base generado por el incremento de los precios de la energía en marzo de 2022, que según nuestras cálculos habría restado alrededor de 3 p. p. a la inflación general. 1 Por su parte, la inflación subyacente (que excluye energía y alimentos no elaborados) solo se moderó tímidamente y permaneció en cotas elevadas, en el 7,5% concretamente (7,6% en febrero). En conjunto, los datos de inflación general y de inflación subyacente conocidos hoy se han situado dentro del rango esperado por CaixaBank Research.