La economía española sorprende positivamente en el tramo final del año; enfriamiento del gasto doméstico, afectado por el deterioro de la renta real, y un empeoramiento de los indicadores de sentimiento empresarial (PMI)

La economía española prosigue desacelerándose, pero está encarando el adverso contexto mejor de lo que se esperaba, lo que introduce sesgos al alza en nuestra previsión del PIB para el 4T 2022 (–0,3% intertrimestral vs. +0,2% en el 3T).
PMI de servicios en USA en rápida contracción anticipando la llegada de una recesión y una caída importante de los intereses y del dólar.#BITCOIN #Crypto pic.twitter.com/YAidhHQgZ2
— David Battaglia (@DBATTAGLIAYtube) December 16, 2022
Por un lado, se percibe un enfriamiento del gasto doméstico, afectado por el deterioro de la renta real, y un empeoramiento de los indicadores de sentimiento empresarial (PMI) en el sector industrial. Pero, por otra parte, están sorprendiendo positivamente la resiliencia del mercado laboral que, aunque, a ritmos amortiguados, sigue creando empleo, y la fortaleza del turismo, muy cerca de recuperar los niveles prepandemia, y en el que la debilidad de uno de nuestros principales mercados de emisores, el alemán, se está viendo compensado por el dinamismo de otras procedencias.
Otra buena noticia es la contención de la inflación, que, gracias a la corrección de los precios de la electricidad y del gas, encadena cuatro meses consecutivos de descensos, hasta el 6,8% en noviembre, la tasa más baja desde enero.