La economía española experimentó una intensa recuperación de su actividad tras la crisis del COVID-19, si bien presentó un avance algo menor que el de algunas economías de nuestro entorno. Así, el PIB creció un 5,1 % en 2021, por debajo de la recuperación de otras economías como Francia o Italia (7 % y 6,6 %, respectivamente) aunque más que Alemania (2,9 %).
El modelo productivo de la economía española, orientado a la prestación de servicios y, dentro de estos, aquellos relacionados con el turismo, se vio particularmente afectado por la pandemia, que redujo el pasado año enormemente el flujo de viajeros y la movilidad de la población en general, y dio lugar a un fuerte aumento del consumo de bienes, en detrimento de los servicios. Con todo, el avance de la actividad en España fue intenso en 2021, con una fuerte recuperación durante el segundo semestre de 2021, y tanto la demanda interna como la exterior contribuyeron positivamente (4,7 puntos porcentuales [p.p.] la primera y 0,5 p.p. la segunda). Este entorno de recuperación de la actividad vino acompañado de un proceso de creación de empleo significativo (7,2 % en el año) y, en consecuencia, de una disminución de la tasa de paro (hasta el 13,3 % en el cuarto trimestre).
La inflación mostró un repunte singular a lo largo del ejercicio, con un nivel máximo desde 1992 en diciembre, al situarse en el 6,6 %2. El diferencial de inflación con la zona euro se amplió en 2021 desde -0,3 p.p. hasta 1,6 p.p.
La economía española creció en 2022 un 5,5% y esta semana el gobernador @BancoDeEspana ha anunciado una revisión al alza de las previsiones de crecimiento para 2023.
— Asuntos Económicos y Transformación Digital (@_minecogob) March 15, 2023
Y gracias a #ReformaLaboral el mercado de trabajo está evolucionando de forma extraordinaria.
????️VP @NadiaCalvino pic.twitter.com/RAViWNP3NO
La recuperación de la actividad económica se tradujo en una fuerte mejora de los resultados de las empresas cotizadas no financieras
Estos resultados pasaron de mostrar unas pérdidas agregadas de 100 millones de euros en 2020, derivadas de la crisis asociada a la pandemia, a unos beneficios superiores a 31.280 millones en 2021. En términos absolutos los mayores incrementos se produjeron en el sector del comercio y los servicios y en las compañías energéticas. Cerca del 80 % de las compañías presentaron un resultado mejor que el del año previo, en algunos casos de importe muy elevado. A pesar de esta mejora generalizada, el 25 % de las compañías aun presentaba un resultado negativo en el conjunto de 2021. El nivel de las deudas de las compañías aumentó un 6,2 %, pero fue compatible con una disminución de la ratio de apalancamiento debido a una expansión mayor del patrimonio de las compañías.