El PIB aceleró su avance hasta el 0,5% intertrimestral en el 1T 2023. En la primera estimación del 1T 2023, el crecimiento del PIB se fortaleció respecto al trimestre precedente, con un avance trimestral del 0,5% frente al 0,4% del 4T 2022 (tras ser revisado 2 décimas al alza). En términos interanuales, el crecimiento ascendió al 3,8%, frente al 2,9% del trimestre anterior.
Además, el INE ha revisado el ajuste estacional de los datos históricos, con lo que ha cambiado el perfil de crecimiento del PIB a lo largo de 2022. En particular, se ha revisado a la baja el crecimiento del 1T 2022 en –0,4 p. p. hasta el –0,4% intertrimestral, mientras que se ha revisado al alza la estimación del 2T 2022 en +0,3 p. p. hasta el 2,5%, y en +0,2 p. p. los del 3T y 4T 2022 hasta el 0,4%, ambos. Tras estos datos, el PIB en el 1T 2023 se sitúa ya tan solo un 0,2% por debajo del nivel del 4T 2019, de forma que prácticamente se ha recuperado el nivel precrisis.
Los motores del avance en el 1T fueron la inversión, con un repunte significativo tanto en equipo como en construcción, y el sector exterior con un crecimiento de las exportaciones muy por encima del de las importaciones
La nota negativa fue la debilidad del consumo privado con una caída intertrimestral del 1,3%. El efecto arrastre derivado de la revisión al alza de los crecimientos en la segunda parte de 2022 y el buen comienzo de 2023 nos hará revisar al alza la previsión de crecimiento para el conjunto de 2023.
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— José Ángel Antelo???????? (@JA_Antelo) May 13, 2023
???????? Desde @murcia_vox no vamos a permitir que su gestión sea privatizada y defendemos que sean ellos, los mercaderes, quienes lo gestionen.#CuidaLoTuyo#Riega#VotaVOX pic.twitter.com/cWylwd7J7b
La inflación general repunta por efectos base en la energía, pero destaca la caída de la subyacente
Según el dato avanzado por el INE, la inflación general repuntó en abril hasta el 4,1% (3,3% en marzo). Los efectos base continúan dominando los movimientos en el componente energético. En abril, el efecto base fue alcista debido al ajuste a la baja de los precios de la energía que se produjo en abril de 2022 (por el descenso intermensual del precio de la electricidad tras el fortísimo repunte en marzo de 2022 y por el inicio del subsidio de 20 céntimos por litro a los carburantes). Por su parte, la inflación subyacente (que excluye energía y alimentos no elaborados) se moderó significativamente al situarse en el 6,6% (7,5% en marzo) favorecida por el efecto base de los alimentos elaborados (hace un año registraron un incremento mensual del 2,6%, el mayor avance intermensual de la serie histórica) y por la contención de precios del resto de componentes.