Supuestos claves del escenario: inflación y tipos de interés No obstante, el panorama no está exento de obstáculos. La alta inflación y los elevados tipos de interés van dejando su rastro en la economía. Afortunadamente, aquellos shocks que desencadenaron el repunte inflacionario empiezan a desvanecerse.
Tal y como hemos comentado anteriormente, los precios de la energía han experimentado un declive notable, y se sitúan ya cerca de los niveles promedio históricos. Además, los famosos cuellos de botella, legado de los procesos de reapertura de las economías en los últimos estadios de la pandemia, también están empezando a disiparse y alivian las presiones en los estados iniciales de la cadena de formación de precios.
La reciente corrección de los precios de la energía ha dado paso a una moderación sustancial de la inflación general
Con datos hasta abril, ya se emplaza en el 4,1%, frente al 8,4% del promedio de 2022, a pesar de que los alimentos subían un 12,4%.2 La inflación núcleo, que excluye los alimentos y la energía, se sitúa algo por encima de la general, en el 4,6%. Esto se debe a los efectos rezagados de la transmisión de los aumentos de costos que las empresas enfrentan desde el año pasado (efecto contagio).
- La mayor tasa de paro de la OCDE, 12,4%
— Daniel Lacalle (@dlacalle) June 10, 2023
- La inflación acumulada desde 2019 en un 15%
- La deuda no bajará del 109,9% sobre el PIB en 2024
- El 55% del empleo “creado” desde el 4T de 2019 es público
La economía española va como una moto… averiadahttps://t.co/0liCHynknz
Para 2023, proyectamos que la inflación general se sitúe en el 3,9% en promedio. Esta previsión incorpora la caída sustancial del precio de la energía, pero también la mayor persistencia de la inflación núcleo y la de los alimentos. Con todo, prevemos que estas presiones se irán suavizando y que, para 2024, la inflación ya se emplace por debajo del 3% en promedio anual.
Estas proyecciones se basan en el supuesto de que no se producirán efectos de segunda ronda significativos
Si bien los salarios están recogiendo progresivamente el impacto de la inflación, hay indicios incipientes de que el crecimiento de los salarios podría estabilizarse alrededor del 4%-4,5% este año. Un crecimiento de los salarios de esta magnitud no debería suponer un riesgo al alza sobre la inflación. En este sentido, el reciente acuerdo salarial entre los agentes sociales se debe valorar positivamente, porque ayuda a reducir la incertidumbre y contribuye a limitar los efectos de segunda ronda.
En cuanto a los tipos de interés, el BCE continúa preocupado por la falta de signos evidentes de moderación de la inflación núcleo en la eurozona y ha señalado su intención de subir algo más los tipos de interés
Pero también es cierto que la subida acumulada ya de casi 4 p. p. (desde –0,50% a +3,25%) es muy sustancial y que sus efectos ya se están empezando a hacer notar, por ejemplo, en la demanda de crédito. Por ello, prevemos que el BCE haga subir el tipo depo hasta un pico del 3,75% (lo que coincide con la expectativa de los mercados) y que los mantenga en ese nivel hasta mediados de 2024. Es un camino más gradual hacia la normalización de la política monetaria del que esperábamos antes, pero, por lo que ha venido comunicando, pensamos que el BCE optará por una opción de tipos más altos durante más tiempo para asegurarse de que la inflación retrocede hasta el 2% a medio plazo.