A diferencia de buena parte de las economías emergentes, China no se ha visto obligada a endurecer sus condiciones monetarias para contener la inflación, ya que la aplicación de su política de COVID cero provocó un importante enfriamiento de su economía, con el consiguiente impacto desinflacionista: el promedio en 2022 fue del 2,0% y en el año ha descendido hasta el 0,7%.
De hecho, su banco central ha estado aplicando una política claramente expansiva para sostener el crecimiento de la economía en este contexto de política sanitaria cuyos efectos se vieron intensificados por la desaceleración de la demanda de sus principales socios comerciales.
Además, China tampoco tiene un problema de acceso al crédito en los mercados financieros, dado que su deuda externa apenas representa un 15% del PIB, y, además, su nivel de reservas supera, en más de un 15%, su stock total de deuda externa. Por tanto, China es menos vulnerable a episodios de inestabilidad financiera global o a un tensionamiento de las condiciones financieras globales.
EEUU está dando el siguiente paso en su guerra comercial con China usando a Europa. Lorenzo Ramírez @LorenzoRamirez_ https://t.co/ThBSh3FweR#lorenzoramirez #eeuu #china #europa #guerracomercial #economia #geopolitica #comercio #importaciones #exportaciones #biden #xijinping pic.twitter.com/jDDEdFAr5u
— negocios tv (@negocios_tv) May 11, 2023
No obstante, uno de los principales problemas del sistema financiero chino es su elevada exposición a la deuda corporativa: en el 3T 2022 era casi un 160% del PIB
La mayor parte de esta deuda está emitida por empresas de naturaleza pública (con niveles de apalancamiento elevado) y con un calendario de vencimientos muy concentrado en el corto plazo. Este problema es especialmente relevante en los bancos regionales y el propio banco central de China reconocía que había unas 300 entidades de alto riesgo.
Gráfico con los datos de los mercado emergentes
En conclusión, parece que el aumento de la inestabilidad financiera afecta, principalmente, a aquellas economías emergentes más dependientes del ahorro externo para financiarse
Aspectos como elevados déficits por cuenta corriente o altos porcentajes de deuda externa a corto plazo son una fuente de fragilidad para sus divisas, cuya depreciación sería uno de los principales indicadores de su riesgo. En este sentido, y como se desarrollará en un próximo Focus, podemos avanzar que en 2023 entre las economías más expuestas a un cambio en el sentimiento de los inversores destacan Turquía, Argentina, Malasia, Chile, Perú, Colombia, Sudáfrica y Egipto.