Se prevé que el Índice de Precios al Consumo (IPC) aumente, en promedio, un 4,0% en 2023 y un 2,8% en 2024, después de hacerlo un 8,5% en 2022. Además de la reducción en el precio del gas, hay que añadir el impacto que puede tener en la competitividad de las empresas la disminución en el coste del combustible.
Los precios no bajan. Moderan el ritmo de subida:
Los precios no bajan. Moderan el ritmo de subida.
— Daniel Lacalle (@dlacalle) November 29, 2022
Indicador adelantado de IPC variación anual +6,8% en noviembre, que se acumula sobre un +5,5% que se registró en noviembre 2021.
Alguno dirá que "los precios bajan"
La inflación subyacente aumenta una décima, hasta el 6,3%. pic.twitter.com/MnGUopeEmb
Por otro lado, se observan signos de mejora de las restricciones que han estado obstaculizando la disponibilidad de bienes intermedios
Los cuellos de botella en las cadenas de producción van desapareciendo y, con ello, los precios de algunos bienes pueden comenzar a reducirse. A esto hay que añadir el impacto que tendrá la desaceleración de la demanda en la formación de precios.
Sectores particularmente afectados por el repunte en los tipos de interés, como el de la vivienda y el de los bienes duraderos, pueden mostrar ajustes algo más importantes
Asimismo, es de esperar que se revierta parte del incremento observado en el valor de los servicios turísticos, en la medida en que el sector afronte un entorno menos favorable por la caída de la renta disponible de los hogares europeos y la mayor competencia de destinos alternativos conforme aumente la confianza a viajar fuera del continente.