Inflación: El problema que nace de la solución a la crisis anterior... En Europa se implementan medidas monetarias parecidas a las de EE. UU. pero sin el envío de dinero a los ciudadanos sino a los gobiernos

Una vez que entendemos de dónde venimos, debemos ver qué medidas se llevan tomando en las distintas áreas geográficas para combatir la inflación y, por tanto, cuál puede ser el impacto que tendrán en la economía y en los mercados financieros durante el año 2023.
Gráfico con los datos del incremento anual de los precios
Para luchar contra la recesión de 2020, la FED mantuvo vivo un programa de “QE ilimitado” mientras el Gobierno estadounidense inundaba de dinero los buzones de sus ciudadanos en una campaña fiscal expansiva sin precedentes.
No es el precio de la comida el que ha subido, es el precio del euro bajando. ????
— ???? Noticias/ Mercados / Libertad ⚖️ (@ValueAcademia) May 19, 2023
Todos los productos han subido. Es un efecto monetario, hay más dinero persiguiendo la misma cantidad de productos. https://t.co/xU67ZaHQP6 pic.twitter.com/9DTM481g0W
La FED decidió en marzo de 2022 que era momento de empezar a encarecer el coste del dinero y mes a mes fue cambiando su discurso hacia un lenguaje más “hawkish” o duro y acompañándolo de subidas de tasas de interés de 0,75% hasta que situó el nivel de tipos en el 4,5% a finales del año. Subir el coste de financiación en 425 puntos básicos en tan solo nueve meses es algo que no habíamos presenciado desde la era Volcker en la década de los ochenta, y los efectos de esa actuación tan drástica probablemente los veremos reflejados en los datos económicos de 2023.
En Europa se implementaron medidas monetarias equivalentes a las utilizadas en EE. UU. pero desde el lado del estímulo fiscal se optó no por enviar el dinero a los ciudadanos sino a los gobiernos, para que implementasen redes de seguridad de distintos tipos, de modo que pudiesen contener el repunte del desempleo con programas como los ERTE mientras que eximían de sus responsabilidades fiscales a las empresas, a la vez que les concedían líneas de crédito para subsistir. Al tratarse de medidas que no llegaban tan rápido al bolsillo del contribuyente la recuperación económica se retrasó un trimestre respecto a EE. UU. Y la respuesta del Banco Central Europeo también llegó con un decalaje equivalente, ya que no comenzó a subir las tasas de interés hasta el mes de julio, primero a un ritmo lento y luego acelerándolo para acabar el año 2022 con niveles del 2,50%.