En definitiva, la política monetaria desplegada por el BCE contribuyó de forma efectiva al mantenimiento de las rentabilidades de la renta fija privada a largo plazo así como de las primas de riesgo en niveles muy reducidos.

Gráfico con los datos de la prima de riesgo de emisores españoles
Mercado primario En 2020 se produjo un repunte importante en las emisiones de renta fija privada registradas en la CNMV
Así, tras 3 años de tendencia decreciente, el volumen de emisiones brutas se situó en 132.121 millones de euros, lo que supone un incremento notable (del 46,6 %) respecto a las emisiones registradas en 2019 (90.165 millones de euros). Las necesidades de financiación originadas por la crisis del COVID-19 en un entorno de tipos de interés en mínimos históricos y la reorientación de las emisiones hacia activos como las titulizaciones, que pueden servir para obtener financiación del Eurosistema, explican el importante avance de las emisiones en el ejercicio. Este último factor también explicaría el aumento de las emisiones registradas en la CNMV en detrimento de las realizadas en el exterior, que suelen orientarse hacia bonos simples.
En este sentido, las emisiones en el exterior de los emisores españoles disminuyeron un 10 % en 2020, al pasar de 100.321 millones en 2019 a 90.201 millones de euros, lo que interrumpió la tendencia creciente de los últimos años
Por su parte, las emisiones de las filiales en el exterior de emisores españoles también experimentaron un descenso notable en 2020, del 23,4 %, con un volumen de 70.741 millones de euros, frente a los 92.342 millones de 2019
Por lo que se refiere a las emisiones registradas en la CNMV, el incremento se repartió de forma uniforme entre las emisiones a corto plazo de pagarés, que sumaron 22.301 millones de euros, con un aumento del 47,7 % respecto a las registradas en 2019, y las emisiones a largo plazo, que totalizaron 109.820 millones de euros, con un incremento del 46,2 %. Dentro de las emisiones a largo plazo, destacó el crecimiento de las cédulas territoriales, cuyo importe se multiplicó por 6, hasta alcanzar los 9.150 millones (1.300 millones en 2019) y el de los bonos de titulización de activos, que prácticamente doblaron el importe emitido en 2019 hasta alcanzar los 36.281 millones. Dentro de esta categoría, atendiendo a los activos titulizados, los activos hipotecarios fueron los que más crecieron, al pasar de 3.025 millones en 2019 a 19.700 en 2020, seguidos de los créditos al consumo y los destinados a la compra de automóviles, aunque estos últimos con importes más moderados: 6.430 millones y 4.657 millones de euros respectivamente. Por el contrario, las emisiones de bonos de titulización de créditos a pymes (2.550 millones de euros) representaron menos de la mitad de lo emitido en 2019 (5.600 millones).