Se han escrito numerosos libros sobre el tema del éxito en el trading. En mi libro “Cómo entender el trading y vivir de él” trato de explicar el tema psicológico y como afecta nuestro ego de manera determinante con nuestra operativa.
Sin embargo, no está tan claro cómo los expertos obtienen su experiencia. Hay varios modelos explicativos que están implícitos en varios escritos del mercado:
- El modelo psicológico: lo que hacen los grandes traders, de acuerdo a este modelo: es el autodominio. Los grandes operadores no necesariamente poseen mejores métodos o secretos operativos, pero aplican la sabiduría común de manera más consistente, con menos interferencia emocional y, por lo tanto, con una mejor gestión del riesgo. El desarrollo de la experiencia en el trading es una función del desarrollo de uno mismo en este modelo.
- El modelo científico: lo que hacen los grandes traders, según este modelo, es una investigación superior. Los mercados exhiben relaciones de causa-efecto y estas relaciones cambian con el tiempo. El papel de la investigación es descubrir estos patrones y capitalizarlos. Tal modelo es, en cierto sentido, lo opuesto al modelo psicológico. Plantea la hipótesis de que, una vez que se descubren las ineficiencias en el mercado, estas se pueden incorporar a los sistemas mecánicos que eliminan cualquier elemento humano problemático en la operativa.
- El modelo de patrón oculto: el éxito en el mercado, enfatiza este modelo, es una función de la comprensión. Existen patrones en el mercado que no cambian con el tiempo, pero también que no son necesariamente observables en la superficie. El papel del trader es descifrar y aplicar con éxito estos patrones universales. No se trata tanto de la investigación como de la experiencia; enfoques de negociación como gráficos, Elliott Wave y Market Profile no son enfoques sistemáticos de negociación, sino que se basan en la habilidad interpretativa del trader.
- El modelo de rendimiento: el trade se considera una actividad de rendimiento, como el atletismo, en este modelo. El trade exitoso se puede dividir en componentes de habilidades y aptitudes que pueden perfeccionarse mediante una exposición y práctica intensivas. La pericia es menos una función de la investigación explícita o la interpretación basada en patrones que la ejecución rápida de habilidades perceptivas y motoras.
Sin duda, cada uno de estos modelos posee elementos de la verdad, y es muy posible que todos estos modelos representen una parte de lo que significa ser un muy buen trader, no muy diferente de las descripciones del “elefante” que ofrecen los proverbiales ciegos. Los modelos uno y cuatro enfatizan las cualidades del trader; los modelos dos y tres enfatizan las cualidades subyacentes del mercado.
En cierto sentido, estos modelos son como lentes que usan los traders, le dan la forma a cómo ven el mundo y priorizan en qué trabajan. Reflejan estructuras de creencias profundas sobre la naturaleza del mundo: si la realidad es fija (capaz de ser capturada por patrones universales) o cambiante (capaz de ser capturada a través de la investigación en curso); si el conocimiento es explícito (obtenido a través de la reflexión psicológica) o implícito (reflejado en el desempeño).
Debido a que estos modelos de éxito en el mercado se basan en nuestras visiones fundamentales del mundo, sospecho que son mucho menos susceptibles de modificación de lo que comúnmente se cree. Un investigador se sentirá desanimado por la teoría de la onda de Elliott no por la evidencia objetiva (que el investigador encuentra deficiente y el Elliottista ve en abundancia), sino porque la noción misma de realidades platónicas fijas e inmutables no encaja con una perspectiva que enfatice las interrelaciones dinámicas. Para un trader que ve la experiencia operativa en términos de rendimiento, la idea de que el éxito es una función de la mentalidad simplemente no la registra: ¿puede convertirse en un buen cirujano a través del autodesarrollo? Y, sin embargo, ¿se puede actuar sin la armonía interna adecuada?
Quizás el trader exitoso se diferencia del fracasado, no por la superioridad de un modelo sobre otro, sino porque ha encontrado un modelo de desarrollo profesional que encaja con su personalidad básica, perspectiva y conjuntos de experiencias. El trader fracasado puede carecer por completo de un modelo coherente: pasar impulsivamente de trabajar por sí mismo a trabajar en el mercado, trabajar en la investigación y trabajar en la interpretación discrecional. O los comerciantes fracasados pueden seguir modelos que entren en conflicto total con sus rasgos de personalidad fundamentales y sus experiencias de vida, como en el caso de individuos intuitivos que intentan forzar su negociación en esquemas mecánicos.
En ese sentido, los modelos son como las diferentes religiones: pueden haber múltiples caminos hacia el crecimiento espiritual, pero es necesario encontrar un camino que te hable. No se puede ser un cristiano devoto un día, un practicante zen disciplinado al día siguiente y aún más tarde un judío ortodoxo. Haciendo preguntas fundamentales: ¿Dónde está la oportunidad en el mercado? ¿Qué competencias necesito para aprovechar esta oportunidad?
Puedes comenzar a pulir tus propios lentes y empezar a formular un plan para promover tu éxito.