La renuncia de Bernard Looney como CEO de BP la semana pasada ha despertado serias preocupaciones sobre la estabilidad del liderazgo de la compañía. Javier Blas, economista y columnista para Bloomberg, señala que esta es la tercera salida prematura de un alto ejecutivo en BP en las últimas dos décadas, un fenómeno poco común en la industria petrolera. La partida de Looney, que había asumido en 2020, se debió a falta de transparencia con el consejo sobre relaciones personales pasadas. Blas urge a la junta directiva a mejorar la gobernanza y sugiere que el próximo CEO debe establecer una relación sólida con los accionistas para evitar más fracasos de liderazgo.
Inestabilidad en la cúpula de BP: tercera renuncia de un alto ejecutivo en dos décadas desata críticas y preocupaciones
Javier Blas, un economista y columnista especializado en energía y materias primas para Bloomberg, ha señalado la inestabilidad en la cúpula de BP después de que Bernard Looney renunciara como CEO la semana pasada. Esta es la tercera vez en veinte años que un alto ejecutivo de la compañía se va antes de tiempo, un hecho que Blas considera una rareza en el mundo del petróleo a gran escala. Looney, que asumió el cargo en 2020, dimitió de inmediato por no ser del todo transparente con el consejo sobre relaciones personales pasadas con compañeros de trabajo. Aunque BP ha anunciado que hay una investigación en marcha, no ha aclarado quién está al frente, cuándo terminará ni si se compartirán los resultados con los accionistas.
Como una de las empresas públicas más grandes de Londres y una firma de gran relevancia geopolítica para Reino Unido, Blas considera un gran fracaso ver cómo su alta dirección se convierte en una puerta giratoria que expulsa a un ejecutivo tras otro. A raíz de la renuncia, BP ha nombrado a su director financiero, Murray Auchincloss, como CEO interino, pero ha dejado muchas preguntas sin respuesta sobre sus próximos pasos.
Blas insta al próximo CEO de BP a mantenerse a largo plazo y a fortalecer lazos con accionistas para evitar más fracasos de liderazgo
Bajo la dirección de Looney y con el apoyo del consejo BP se lanzó de lleno a la energía verde en febrero de 2020. Pero este cambio de rumbo no fue bien recibido por los accionistas, quienes sentían que no se les había consultado y que el giro era demasiado radical. Esto llevó a muchos a vender sus acciones. Al verse incapaz de mantener esa estrategia, BP ha redirigido su enfoque hacia la bioenergía, estaciones de carga de vehículos eléctricos e hidrógeno.
A pesar de un pequeño repunte en la confianza de los accionistas tras este último ajuste, BP sigue a la zaga de competidores como Shell, TotalEnergies, Chevron y Exxon Mobil en términos de rentabilidad para los accionistas en los últimos cuatro años. Según Blas, la junta directiva tiene una tarea pendiente importante en el área de la gobernanza. Necesita planificar mejor la sucesión y comprometerse de manera más efectiva con sus accionistas.
Gráfico que muestra el cambio en el precio de las acciones de BP, Shell, Chevron y Exxon Mobil a lo largo de 5 años
BP enfrenta desafíos significativos en su liderazgo y estrategia corporativa. Blas sugiere que la empresa debe centrarse en sus competencias básicas en petróleo y gas, al tiempo que explora formas más sostenibles de energía donde tiene experiencia. Insiste en que el próximo CEO debe permanecer en el cargo durante un período prolongado y reconectar la empresa con sus accionistas, especialmente en Estados Unidos, para evitar otro fracaso en la cúpula de la empresa.
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COLUMN: It's beyond the pale.
— Javier Blas (@JavierBlas) September 13, 2023
BP has seen its C-suite reduced to a revolving door pushing out CEO after CEO.
The company embraced ESG, but focused on the "E", and not the "G". The board needs to think long and hard now. #OOTT $BP via @Opinionhttps://t.co/Az4E6WVkha
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