Como comentamos en el Informe de Estrategia de Inversión 2T 2023, el IPC retoma la senda alcista hasta alcanzar +3,4% a/a en febrero. Supone situarse en niveles no vistos desde 1993 y muy por encima de la media histórica (+1,8%).
Casi la mitad proviene del elevado nivel de precios tanto de la energía como de los productos de alimentación, por lo que esperamos que en los próximos se revierta la tendencia
Sin embargo, el ritmo será más lento de lo previsto con la subyacente situándose en máximos históricos (+2,4% a/a) y los servicios al alza (+1,8% febrero 2023 vs +0,4% febrero 2019). Esto indica una inflación más pegajosa y difícil de remitir, que esperamos que vuelva a niveles por debajo del objetivo marcado por el banco central (+2%) en 2024.
La subida de tipos de +50p.b. (hasta 1,50%) en la última reunión de marzo del SNB, a pesar de las turbulencias financieras derivadas de Credit Suisse y algunos bancos regionales americanos, muestra que la prioridad del banco central es la lucha contra la inflación
En este contexto, esperamos que el franco suizo siga perdiendo atractivo como activo refugio, aunque a un ritmo más lento. Al SNB le conviene mantener al franco suizo fuerte mientras no se moderen con mayor intensidad los precios de la energía, al ser un país con una alta dependencia energética. El fin es amortiguar la inflación importada. Por ello, seguirá interviniendo en el mercado con la venta de divisas extranjeras.
Nuestras estimaciones apuntan a un nivel de Euro/Suizo de 0,97/1,04 en 2023 (vs 1,02/1,07 ant.) y 1,04/1,09 en 2024 (vs 1,07/1,12 ant.) debido a:
- Las perspectivas de crecimiento económico en Europa mejoran gracias a un invierno inusualmente cálido, lo que permite suavizar el impacto de la crisis energética. Los riesgos de una recesión se mueven a la baja.
- El ciclo de subidas de tipos llega a su fin tanto en Europa como en Suiza en el 2T 2023 con una previsible subida más de tipos de +25p.b. por parte del BCE y el SNB hasta situarse en 3,25%/3,75% y 1,75% respectivamente. Además, la reducción de balance y un tono más agresivo por parte del BCE debería fortalecer al euro frente al franco suizo.